Washington, 12 de noviembre de 2025 – Las aerolíneas estadounidenses cancelaron este martes el 6% de sus vuelos en 40 aeropuertos de alto tráfico, en cumplimiento con una orden de la Administración Federal de Aviación (FAA) derivada del cierre del Gobierno, pese a que el Senado aprobó un acuerdo preliminar para resolver el estancamiento presupuestario.
Hasta la tarde del martes, más de 1.200 vuelos domésticos habían sido cancelados y otros 850 sufrieron retrasos, según datos de monitoreo de FlightAware. United Airlines publicó una lista de cancelaciones que afecta vuelos desde las 6:00 a.m. hasta casi las 9:00 p.m. en todo el país. Los aeropuertos más impactados incluyen Chicago, Nueva York, Washington D.C., Atlanta y Dallas-Fort Worth.
El secretario de Transporte, Sean P. Duffy, anunció la semana pasada la reducción progresiva de vuelos debido a la escasez de controladores de tráfico aéreo y al hecho de que los empleados de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) llevan 42 días sin salario por la falta de presupuesto.
La FAA prevé que las cancelaciones alcancen el 8% el jueves y el 10% el viernes en todos los vuelos nacionales.
Esta medida se implementa a pesar de que siete senadores demócratas y un independiente se unieron a los republicanos para aprobar el lunes un proyecto bipartidista que finalizaría el cierre gubernamental más prolongado de la historia. El texto aún requiere aprobación de la Cámara de Representantes y la firma del presidente Donald Trump, quien ha expresado su apoyo.
En una publicación en Truth Social, Trump criticó a los controladores ausentes y propuso una bonificación de 10.000 dólares para quienes trabajen durante el cierre, aunque admitió no saber de dónde saldrían los fondos.
Los trabajadores de la FAA y TSA, clasificados como esenciales, deben laborar sin pago garantizado inmediato, aunque una ley de 2018 asegura el reembolso retroactivo. Sin embargo, la incertidumbre ha generado escasez de personal y retrasos generalizados en los últimos 42 días.
Las aerolíneas han prometido mayor flexibilidad a los pasajeros, pero casos como el de una viajera cuya tres conexiones fueron canceladas ilustran las dificultades. Incluso si el cierre termina este fin de semana, la recuperación del sistema aéreo podría demorarse, impidiendo un retorno inmediato a la normalidad.
El lunes se cancelaron más de 2.400 vuelos en EE.UU., con solo el 4% atribuido directamente a órdenes de la FAA. Más de 5 millones de pasajeros han enfrentado retrasos por falta de controladores. Entre el 1 y el 29 de octubre, solo 11 vuelos fueron cancelados por estos motivos, pero la cifra escaló a 4.162 del 30 de octubre al 9 de noviembre, con 3.756 en los últimos tres días, coincidiendo con las exigencias de la FAA en los 40 aeropuertos más transitados.
Aunque los viajeros expresan simpatía por los empleados federales, Nick Daniels, presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo, advirtió sobre riesgos crecientes. “Es una erosión del margen de seguridad que el público no ve, pero de la que depende cada día”, declaró en una rueda de prensa.
Imágen cortesía: Getty Images
