El gobierno de Estados Unidos implementó un nuevo programa que ofrece ayuda financiera y un incentivo económico a migrantes indocumentados que decidan regresar voluntariamente a sus países de origen. La medida, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca facilitar las autodeportaciones y reducir los costos del sistema migratorio.
A través de la aplicación “CBP Home” —una versión renovada de la anterior CBP One— los migrantes podrán gestionar su salida del país y, una vez completado su retorno, recibirán un pago de mil dólares. El DHS calificó esta opción como una salida “digna” para quienes enfrentan la posibilidad de ser arrestados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
“Participar en el programa puede incluso mantener abierta la posibilidad de un reingreso legal en el futuro”, señaló el organismo en un comunicado.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, defendió la iniciativa asegurando que se trata de “la forma más segura y económica” de abandonar el país en situación irregular. Además, subrayó que la medida representa un ahorro significativo para el erario público, al reducir en un 70% el costo que implica arrestar, detener y deportar a una persona indocumentada, cifra que actualmente ronda los 17 mil dólares por caso.
El primer beneficiario del plan fue un ciudadano hondureño que gestionó su salida desde Chicago. Según el DHS, ya hay más boletos reservados para los próximos días bajo este esquema.
Este programa se enmarca en la ofensiva migratoria de la administración de Donald Trump, que ha intensificado los operativos de detención desde su regreso a la Casa Blanca en enero. Mientras tanto, grupos defensores de los derechos de los migrantes han expresado preocupación por el enfoque coercitivo de las nuevas políticas.
