En una votación marcada por la controversia, las Comisiones Unidas de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados aprobaron el dictamen de la nueva Ley General de Aguas con 28 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones. La discusión se llevó a cabo mientras grupos de agricultores se manifestaban a las afueras del recinto legislativo, advirtiendo que la iniciativa podría vulnerar su acceso al agua y poner en riesgo la continuidad de sus actividades productivas.
El dictamen incorpora 50 modificaciones respecto a versiones previas de la propuesta, entre ellas ajustes a la transmisibilidad de concesiones ligadas a la tierra, clarificaciones sobre herencias en procesos sucesorios y precisiones en torno al uso agropecuario, puntos que habían generado incertidumbre en diversos sectores.
Durante la sesión, legisladores opositores subrayaron posibles afectaciones para comunidades rurales y sectores económicos dependientes del recurso hídrico. En contraste, quienes respaldaron el proyecto insistieron en la necesidad de modernizar el marco legal para enfrentar la creciente crisis de agua que vive el país.
Con esta aprobación en comisiones, la iniciativa será enviada al Pleno de la Cámara de Diputados, donde se anticipa un debate amplio sobre la gestión del agua como derecho humano, su administración como recurso estratégico y los equilibrios necesarios entre consumo, producción y sostenibilidad.
