Baltimore, 12 de noviembre de 2025 – La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos designó a Paul Coakley, arzobispo de Oklahoma City, como su presidente para los próximos tres años. Coakley, de posturas conservadoras en temas como las comunidades LGBTQ+, ha defendido públicamente el apoyo a los inmigrantes, una posición que gana relevancia ante el temor a redadas y acciones migratorias que han reducido la asistencia a misas.
“Los inmigrantes han sido esenciales para el crecimiento y la prosperidad de Estados Unidos”, ha declarado Coakley en meses recientes, alineándose con críticas del papa León XIV a las políticas migratorias del Gobierno de Donald Trump.
En ciudades como Chicago, clérigos han abogado por detenidos, mientras iglesias mantienen programas de ayuda a refugiados pese a la suspensión del reasentamiento federal por asilo ordenada por la Casa Blanca.
La elección ocurre en un contexto de tensiones entre obispos estadounidenses y El Vaticano, donde los papas Francisco y León XIV han promovido enfoques pastorales más progresistas. “Esta selección parece ahondar el choque”, advirtió Steven Millies, profesor de teología en la Catholic Theological Union de Chicago.
Como vicepresidente fue elegido Daniel Flores, obispo latino de Brownsville y el valle del Río Grande en Texas. Flores, quien participó con León XIV en un sínodo de 2024 sobre modernización eclesial, escribió en X: “Haré lo mejor posible, con la ayuda de Dios. Debemos trabajar juntos para anunciar el evangelio y defender la dignidad humana”.
Para David Gibson, director del centro de estudios religiosos de la Universidad Fordham, la designación de Flores sugiere que los obispos “están dispuestos a abrirse a nuevos horizontes de la Iglesia”.
Imágen cortesía: Catholic News
