Con información de un artículo publicado por Associated Press (AP), Estados Unidos está estableciendo un ritmo récord en asesinatos en masa en 2023, este delito se ha repetido aproximadamente cada semana en lo que va del año.
Este año se ha cobrado 88 vidas en 17 homicidios masivos en el curso de 111 días, a comparación de otros años como en el 2009, que registró el mayor número de muertes por armas de fuego.
Las muertes en tiroteo en masa en Estados Unidos se han presentado en una escuela en Nashville, granjas agrícolas de North de Carolina, en un salón de baile en Los Ángeles, y en una fiesta en Dadville, Alabama, donde murieron 4 personas y 32 resultaron heridas.
Activistas condenan la proliferación de armas en Estados Unidos, incluidas las ventas récord durante el punto más alto de la pandemia de COVID-19 y autoridades han buscado frenar mediante leyes la venta de armas.
La semana pasada, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, promulgó una nueva ley que exige que se realicen revisiones de antecedentes penales para la compra de fusiles y escopetas, considerando que antes el estado solo los requería para quienes compraran pistolas.
Y el miércoles, el Congreso del estado de Washington aprobó una prohibición de decenas de tipos de fusiles semiautomáticos y pasará al escritorio del gobernador. Otros estados están experimentando una nueva ronda de presión.
En el conservador Tennessee, manifestantes acudieron al Capitolio estatal para exigir más reglamentación sobre las armas de fuego después de que seis personas fueran asesinadas en marzo en la escuela primaria privada Nashville.