Un apagón masivo dejó sin servicio eléctrico a más de 60 millones de personas en España, Portugal y Francia, desencadenando una parálisis sin precedentes en la vida cotidiana de estos países. El incidente, cuya causa aún permanece bajo investigación, afectó gravemente sectores clave como el transporte público, el sistema bancario y los hospitales, generando un caos generalizado que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades.
En España, el impacto ha sido especialmente severo, con reportes de ciudades enteras sumidas en la oscuridad y ciudadanos enfrentando grandes dificultades para realizar actividades básicas. Los hospitales han tenido que recurrir a generadores de emergencia para mantener operaciones críticas, mientras que el transporte público quedó detenido, dejando a miles de personas varadas. En Portugal y Francia, la situación no ha sido menos complicada, con reportes de largas filas en estaciones de tren y problemas en el acceso a servicios financieros.
El Gobierno español ha indicado que aún no se ha determinado la razón detrás de este apagón histórico, pero no descarta la posibilidad de un sabotaje, lo que ha generado preocupación entre la población y los líderes europeos. Las investigaciones están en curso, y se espera que en los próximos días se pueda esclarecer qué provocó esta crisis energética que ha afectado a tres naciones. Mientras tanto, las autoridades trabajan para restablecer el suministro eléctrico y mitigar las consecuencias de este evento sin precedentes.
Imágen cortesía: Copano
