Ovidio Guzmán López, conocido como El Ratón e hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, ha optado por cambiar su estrategia legal y declararse culpable de múltiples cargos de narcotráfico ante la justicia estadounidense. La audiencia clave está programada para el próximo 9 de julio en una Corte Federal de Chicago, donde la jueza Sharon Coleman será la encargada de formalizar el acuerdo alcanzado con los fiscales.
La información fue confirmada el pasado martes 6 de mayo mediante una notificación judicial que canceló la audiencia previamente agendada para el 12 de mayo. La decisión obedece a un entendimiento entre ambas partes, que incluye la renuncia de Guzmán López a su derecho a un juicio, a cambio de una recomendación para una sentencia más baja de la habitual en casos de esta magnitud.
El acuerdo, que deberá ser entregado a la jueza a más tardar el 6 de julio, podría tener implicaciones más allá de la condena. Fuentes cercanas al caso no descartan que implique cooperación futura con la justicia, incluso como testigo en otros procesos contra miembros del crimen organizado, lo que podría representar un giro importante en la lucha contra el narcotráfico en ambos lados de la frontera.
Ovidio Guzmán enfrenta nueve cargos federales, que incluyen conspiración para traficar cocaína, heroína, metanfetamina, mariguana y precursores químicos, así como lavado de dinero y delitos relacionados con armas de fuego. Las autoridades estadounidenses lo señalan como pieza clave en la logística del tráfico de fentanilo, droga que ha generado una creciente crisis de salud pública en Estados Unidos.
La figura de Ovidio cobró notoriedad tras su fallido intento de captura en 2019, conocido como el “Culiacanazo”, y su posterior extradición en 2023. La caída de su padre, El Chapo, en 2016, desató una feroz disputa interna por el control del Cártel de Sinaloa, que involucró a Los Chapitos, Dámaso López El Licenciado y facciones cercanas a Ismael El Mayo Zambada.
Aunque el pacto aún debe ser ratificado en tribunal, representa un intento claro de la defensa por evitar una cadena perpetua en un juicio de alto perfil. Además, según versiones extraoficiales, negociaciones similares se estarían desarrollando en paralelo para su hermano, Joaquín Guzmán López.
La comparecencia de Ovidio Guzmán el 9 de julio podría marcar un antes y un después en el proceso judicial contra Los Chapitos y en la estrategia de Estados Unidos para desarticular las redes del narcotráfico transnacional.
