Los Ángeles, 12 de junio de 2025 – El gobernador de California, Gavin Newsom, se ha convertido en el epicentro de una creciente confrontación con el presidente Donald Trump, en un contexto de protestas, despliegue de la Guardia Nacional y amenazas de arrestos. La tensión entre ambos líderes, marcada por acusaciones mutuas, ha puesto a California como el primer frente de resistencia demócrata ante las políticas de Trump en su segundo mandato.
Newsom ha calificado las acciones de Trump, como el envío de la Guardia Nacional y marines a pesar de las objeciones estatales, como un “alarmante abuso de poder”. En una declaración contundente, el gobernador afirmó: “Si algunos de nosotros podemos ser detenidos en la calle sin una orden judicial, entonces ninguno de nosotros está a salvo”. Estas palabras reflejan su preocupación por lo que describe como tácticas autoritarias, especialmente tras las protestas que, aunque comenzaron pacíficamente, derivaron en enfrentamientos violentos que Newsom y otros líderes han condenado.
La situación se intensificó cuando Trump insinuó que Newsom debería ser arrestado, justificándolo con críticas a su gestión como gobernador. En respuesta, Newsom desafió al Gobierno federal: “Vengan por mí, aquí estoy”. Este intercambio ha resonado entre otros líderes demócratas, como el representante Jamie Raskin, quien defendió la autonomía de los estados: “Los estados no son piezas del Gobierno federal. Tienen una existencia constitucional independiente”.
Otros gobernadores demócratas han contactado a Newsom para evaluar cómo las medidas de Trump podrían replicarse en sus estados, mientras que figuras como el senador Chris Murphy advierten sobre una amenaza directa a la democracia. “Cuando la gente teme sufrir daño físico si protesta, opta por quedarse en casa. Ese es un camino probado para convertir democracias en autocracias”, señaló Murphy.
A pesar de las críticas, Newsom ha intentado en el pasado tender puentes con Trump, buscando fondos federales para la reconstrucción tras incendios en Los Ángeles y mostrando disposición a colaborar en temas como aranceles para la industria cinematográfica. Sin embargo, los recientes acontecimientos han reavivado una rivalidad de larga data, con Newsom adoptando una postura más combativa.
Mientras tanto, las protestas en California y otras ciudades, como Nueva York, han generado preocupación entre líderes locales. En Nueva York, el representante Greg Meeks instó a los ciudadanos a ejercer sus derechos de manera no violenta frente a posibles represiones federales. Por su parte, algunos republicanos, como el representante David Valadao, han expresado inquietud por las operaciones de ICE en California, aunque la mayoría de los líderes republicanos han respaldado a Trump o permanecido en silencio.
El senador John Fetterman, demócrata de Pensilvania, ha pedido una condena más firme contra los manifestantes violentos, mientras Newsom ha asegurado que las autoridades están identificando a los responsables de actos vandálicos. Con Trump planeando un desfile militar en Washington por su cumpleaños, la polarización sigue en aumento, y California se perfila como el primer campo de batalla en esta lucha por los derechos y la democracia.
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