Mahmoud Khalil, activista palestino y estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia, presentó una demanda por 20 millones de dólares contra la administración de Donald Trump, acusando al gobierno de haberlo encarcelado injustamente, procesado de manera maliciosa y difamado como antisemita, en represalia por su activismo propalestino en campus universitarios de Estados Unidos.
El caso de Khalil, detenido el pasado 8 de marzo por agentes federales vestidos de civil y trasladado a una cárcel de inmigración en Louisiana, ha generado indignación entre organizaciones de derechos humanos. Según su testimonio, fue privado de medicación, sometido a condiciones precarias y mantenido incomunicado mientras su familia esperaba noticias sobre el nacimiento de su hijo en Nueva York.
Durante 104 días de detención, Khalil se convirtió en referente entre los migrantes detenidos, ayudando a otros a organizar sus casos legales. Fue liberado el 20 de junio por orden de un juez federal, quien calificó como posiblemente inconstitucionales los intentos del gobierno de expulsarlo por sus posturas políticas.
La demanda incluye al Departamento de Seguridad Nacional, ICE y el Departamento de Estado, a quienes acusa de orquestar una campaña de persecución y difamación, impulsada desde la Casa Blanca. El activista, que niega cualquier vínculo con grupos extremistas y ha condenado públicamente el antisemitismo, sostiene que su único delito fue exigir el fin de las inversiones públicas en fabricantes de armas usadas en Gaza.
Khalil enfrenta aún nuevas acusaciones que sus abogados califican como represalias. Sin embargo, afirma que no se dejará intimidar y continuará su activismo contra la guerra en Gaza, que según cifras locales ha dejado más de 57 mil muertos, en su mayoría mujeres y niños.
“Puedo lamentar algunos errores de forma, pero nunca el hecho de alzar la voz frente a una masacre”, declaró Khalil mientras sostenía a su hijo Deen.