La presencia de la Patrulla Fronteriza en Carolina del Norte se intensificó esta semana con más de 200 migrantes detenidos, incluidos mexicanos, hondureños y salvadoreños, como parte del operativo federal “La telaraña de Charlotte” que ahora se extendió hasta Raleigh, la capital del estado.
El gobernador Josh Stein y la alcaldesa Janet Cowell, ambos demócratas, alertaron públicamente sobre el arribo de agentes a la ciudad y pidieron que las acciones se enfoquen en criminales violentos, no en familias que realizan actividades cotidianas. “Llamamos a los agentes federales a enfocarse en criminales violentos, no en vecinos caminando en la calle o poniendo decoraciones de Navidad”, escribió Stein en redes sociales.
La operación forma parte del nuevo impulso migratorio de la Administración del presidente Donald Trump, desplegado desde el sábado en un estado donde viven cerca de un millón de migrantes. Según el jefe de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, entre los detenidos hay integrantes de las pandillas MS-13 y Los Sureños, además de 44 personas con antecedentes por delitos graves como agresión agravada, asalto con arma peligrosa, ataque a un policía y DUI.
Sin embargo, autoridades locales, activistas y el propio gobernador insisten en que la mayoría de los arrestados no tiene historial criminal, y denunciaron perfiles raciales en los operativos. Stein exigió detener la persecución de personas “por su color de piel”.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que al menos cinco mexicanos permanecen detenidos y reciben apoyo del Consulado en Raleigh.
Las redadas se suman a los recientes despliegues federales en ciudades gobernadas por demócratas —como Los Ángeles y Chicago— que en meses previos provocaron protestas públicas, un escenario que volvió a repetirse el fin de semana en Charlotte.
