25 de noviembre de 2025 — La gripe aviar y otros brotes han reducido la población de pavos en Estados Unidos a su nivel más bajo en cuatro décadas y han disparado los precios mayoristas más de un 40 %, sin embargo, los consumidores probablemente pagarán menos —o lo mismo— por el pavo esta semana gracias a agresivas promociones de las cadenas de supermercados.
Según datos del Departamento de Agricultura (USDA), en la segunda semana de noviembre los pavos congelados de 8 a 16 libras alcanzaban $1.77 por libra en el mercado mayorista, un 81 % más que hace un año. A pesar de ello, los precios en tienda han bajado alrededor de un 2 % en promedio, según la firma Datasembly.
Cadenas como Aldi ofrecen una cena completa para 10 personas por $40 y Kroger promete alimentar a una familia del mismo tamaño por menos de $50 con productos de marca propia. Walmart también ha lanzado promociones que, según el presidente Donald Trump, hacen que su canasta de Acción de Gracias sea un 25 % más barata que en 2024.
“Las tiendas están absorbiendo parte del aumento mayorista y usando el pavo como producto gancho para atraer clientes”, explicó David Ortega, profesor de economía alimentaria de la Universidad Estatal de Michigan.
Sin embargo, el resto de la mesa festiva sí se encarece. Una canasta típica de 11 artículos básicos (pavo de 10 libras, papas, relleno, judías verdes, maíz, salsa de arándanos en lata, etc.) cuesta $58.81 al 17 de noviembre, un 4.1 % más que el año pasado, según Datasembly. Ese incremento supera el aumento general de alimentos para el hogar (2.7 % interanual en septiembre).
Los principales responsables:
- Aranceles al acero y aluminio importados, que encarecen las latas y se trasladan al consumidor (hasta 40 centavos más por lata en algunos casos).
- Sequía en Massachusetts, que reducirá la cosecha de arándanos un 9 % y ya disparó un 38 % el precio de la salsa en gelatina.
- Mayor demanda de pavo como alternativa más barata frente a la carne de res, que subió 14 % en el último año.
“Todo ha subido excepto los huevos”, resumió Paul Nadeau, consumidor de Austin, Texas, que este año cambió su tradicional brisket ahumado (que le costaría más de $100) por un pavo.
Pequeños productores como Larry Doll, cuya granja familiar al oeste de Detroit logró evitar la gripe aviar, enfrentan otra realidad: las incubadoras tienen menos polluelos disponibles y los pedidos para 2026 ya se agotan.
“Si no reservas con un año de anticipación, no consigues nada”, advirtió Doll.
Pese a la presión sobre los precios mayoristas, los expertos coinciden en que el impacto en el bolsillo del consumidor será limitado esta semana gracias a la guerra de ofertas entre supermercados, aunque advierten que los costos podrían trasladarse con más fuerza después de las fiestas.
Imágen cortesía: Milenio
