Miami, 28 de agosto de 2025 – El controvertido centro de detención de inmigrantes “Alligator Alcatraz”, ubicado en los Everglades de Florida, podría quedarse sin detenidos en los próximos días, según un alto funcionario estatal, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Ron DeSantis y el federal por mantenerlo operativo frente a una orden judicial que exige su cierre para finales de octubre.
En un correo electrónico del 22 de agosto, Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Gestión de Emergencias de Florida, informó al rabino Mario Rojzman que la instalación, diseñada para albergar hasta 3.000 personas como parte de la política de deportación del presidente Donald Trump, “probablemente nos quedaremos sin personas en pocos días”. La veracidad de los mensajes fue confirmada por Rojzman y un asistente ejecutivo a la agencia de noticias Associated Press.
El centro, construido rápidamente hace dos meses en un aeropuerto de entrenamiento poco utilizado en el condado de Collier, llegó a albergar cerca de 1.000 detenidos. Sin embargo, el representante demócrata Maxwell Frost señaló que, durante una visita reciente, le informaron que solo quedaban entre 300 y 350 personas. Algunos detenidos han sido deportados, mientras que otros fueron trasladados a otros centros de detención en el estado.
La semana pasada, una jueza federal en Miami, Kathleen Williams, ordenó el cierre total de “Alligator Alcatraz” en un plazo de 60 días, exigiendo el traslado de los detenidos y la remoción de cercas, iluminación y generadores. Florida apeló la decisión, y el gobierno federal solicitó suspender la orden, argumentando que las camas del centro son esenciales debido a la sobrepoblación en otras instalaciones de detención en el estado. Hasta el miércoles, la jueza no había respondido a esta solicitud.
Grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee, cuya demanda llevó al fallo judicial, han cuestionado la necesidad del centro, especialmente porque Florida planea abrir otra instalación de detención en el norte del estado, apodada “Deportation Depot” por DeSantis. Los demandantes argumentan que “Alligator Alcatraz” amenaza los humedales sensibles de los Everglades, hogar de especies protegidas, y pone en riesgo décadas de esfuerzos de restauración ambiental valuados en miles de millones de dólares.
Elise Pautler Bennett, abogada del Centro para la Diversidad Biológica, señaló que el rápido vaciamiento del centro debilita los argumentos del gobierno de que su cierre representa una dificultad para hacer cumplir las leyes de inmigración. “Si fuera tan difícil, no lo habrían logrado ya”, afirmó.
El centro, que abrió el 1 de julio tras contratos por más de 245 millones de dólares, ha enfrentado críticas por condiciones inhumanas. Abogados de derechos civiles han reportado problemas graves, como detenciones sin cargos, desaparición de registros en el localizador de ICE, comida con gusanos, inodoros defectuosos, pisos inundados con desechos y plagas de insectos.
La situación de “Alligator Alcatraz” refleja las tensiones entre las políticas migratorias de la administración Trump, las iniciativas estatales de DeSantis y las preocupaciones ambientales y de derechos humanos en Florida.
Imágen cortesía:CNN