Una persecución de cuatro días en Texas por un hombre armado acusado de matar a cinco vecinos terminó el martes no lejos del lugar del tiroteo cuando las autoridades, siguiendo una pista, dijeron que encontraron al sospechoso escondido debajo de una pila de ropa sucia en el armario de una casa. .
Francisco Oropeza, de 38 años, fue capturado sin incidentes cerca de Houston y a unos 32 kilómetros (20 millas) de su casa en la localidad rural de Cleveland, donde las autoridades dicen que fue a la puerta de al lado y disparó a sus vecinos con un rifle estilo AR después de que algunos de ellos le había pedido que dejara de disparar rondas en su jardín porque mantenía despierto a un bebé.
“Pueden estar tranquilos ahora, porque él está tras las rejas”, dijo Capers sobre las familias de las víctimas. “Él vivirá su vida tras las rejas por matar a esos cinco”.
El arresto ocurrió cerca de Conroe, poniendo fin a lo que se había convertido en una red cada vez mayor que había crecido a más de 250 personas de múltiples jurisdicciones. Recientemente, el martes por la mañana, el FBI dijo que Oropeza “podría estar en cualquier lugar”, subrayando cómo los investigadores lucharon durante días para tener una idea de su paradero y reconocieron con franqueza que no tenían pistas.
El presunto tirador es un ciudadano mexicano que ha sido deportado cuatro veces, según funcionarios de inmigración de Estados Unidos. El pistolero fue deportado por primera vez en marzo de 2009 y por última vez en julio de 2016. También fue deportado en septiembre de 2009 y enero de 2012.
Capers dijo que antes del tiroteo del viernes, los agentes habían sido llamados a la casa del sospechoso al menos una vez más para disparar rondas en su patio.
Todas las víctimas eran de Honduras. Wilson García, quien sobrevivió al tiroteo, dijo que amigos y familiares en la casa trataron de esconderse y protegerse a sí mismos y a los niños después de que Oropeza se acercó a la casa y comenzó a disparar, matando a su esposa primero en la puerta principal.
