Los Chargers de Los Ángeles arrancaron con fuerza la temporada 2025 de la NFL al imponerse con autoridad 34-7 sobre los Lions de Detroit en el tradicional Juego del Salón de la Fama, celebrado este jueves en Canton, Ohio.
El encuentro no solo dio el banderazo inicial a una nueva campaña del futbol americano profesional, sino que también sirvió como tributo a las leyendas que ingresarán al Salón de la Fama: Eric Allen, Jared Allen, Antonio Gates y Sterling Sharpe. Esta generación, compuesta por solo cuatro figuras, es la más reducida desde 2005.
Con varias estrellas reservadas en ambos equipos, el foco estuvo sobre Trey Lance, quien debutó como mariscal de campo titular de los Chargers tras su paso por los 49ers y Cowboys. Lance impresionó al completar 13 pases para 210 yardas y dos anotaciones, además de sumar ocho yardas por tierra.
El corredor Kimani Vidal también destacó al aportar 37 yardas y dos touchdowns, consolidando el dominio angelino desde el primer cuarto. Mientras tanto, nombres como Justin Herbert, Khalil Mack, Jared Goff y Amon-Ra St. Brown no vieron acción, al ser resguardados para el arranque oficial de la temporada regular.
El partido comenzó con un minuto de silencio en honor a las víctimas del reciente tiroteo en Nueva York, en el que un atacante abrió fuego cerca de la sede de la NFL, dejando cuatro personas muertas y un empleado de la liga herido. El comisionado Roger Goodell confirmó que el trabajador se está recuperando tras visitarlo personalmente esta semana.
Con este resultado, los Chargers arrancan con el pie derecho y dejan claro que el proyecto de Jim Harbaugh tiene potencial para dar de qué hablar esta temporada.
