Con esta medida, las autoridades estadounidenses intensifican sus herramientas para combatir el tráfico de drogas sintéticas transnacionales.
Dos organizaciones criminales mexicanas se perfilan como las principales afectadas por esta designación.
La orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el 15 de diciembre, clasifica el fentanilo ilícito y sus precursores químicos como un arma de destrucción masiva. Esta acción busca proporcionar mayores recursos a las autoridades estadounidenses en su lucha contra las redes involucradas en la producción y distribución de esta droga.
Una preocupación recurrente es la posibilidad de intervenciones militares en México; sin embargo, el investigador José Andrés Sumano Rodríguez, del Colegio de la Frontera Norte y doctor en políticas públicas, señaló que no se prevé una acción unilateral en el corto plazo.
“Por el momento no se vislumbra que vaya a haber una acción unilateral por parte de Estados Unidos en territorio mexicano. Pero sí le da herramientas al presidente de Estados Unidos para tomar ciertas decisiones con mayor libertad, sin tener que pasar por todos los controles constitucionales”, explicó Sumano.
Los Cárteles Más Expuestos a Esta Medida
Recientemente, se han aprobado medidas adicionales en Estados Unidos para combatir el tráfico de fentanilo originado en grupos mexicanos.
En el marco de esfuerzos por detener el flujo de fentanilo, esta clasificación impacta directamente a los dos cárteles más influyentes en México, especializados en la manufactura y distribución de esta sustancia sintética.
De acuerdo con Sumano, los más afectados serán el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, que además suministran a otras organizaciones delictivas.
“Las dos facciones de Los Chapitos y La Mayiza (del Cártel de Sinaloa), junto con sus aliados, y el Cártel Jalisco Nueva Generación, deberían ser los principales preocupados del lado mexicano. También hay una serie de organizaciones criminales que se surten de estas y que están distribuyendo, que también tendrán que preocuparse”, detalló.
En 2023, Los Chapitos intentaron distanciarse públicamente de la producción y venta de fentanilo en México.
Una estrategia anticipada por el experto es que estos grupos desplieguen campañas de comunicación para negar su participación en el tráfico de fentanilo, similar a lo ocurrido en 2023 con la facción de Los Chapitos, que colocaron mantas en varias regiones para prohibir su producción y distribución.
La Medida Cambiará Dinámicas, Pero No Detendrá el Tráfico
Sumano enfatizó que esta clasificación no llevará a los cárteles a abandonar el fentanilo, ya que representa una de sus mayores fuentes de ingresos.
“Han ido modificando su operación, pero el mercado está en las drogas sintéticas, el mercado está ahí, gran parte hoy del negocio del narcotráfico está ahí. Entonces, difícilmente van a dejar de traficar drogas sintéticas (…) El fentanilo es hoy, y las drogas sintéticas, son hoy el principal negocio en materia de tráfico de drogas para las organizaciones criminales y eso no va a cambiar por una orden ejecutiva”, aseguró.
El flujo financiero relacionado con el fentanilo involucra redes transnacionales entre México, Estados Unidos y China, mediante empresas fachada y estructuras ilegales.
El experto también apuntó que el combate efectivo al crimen organizado en México requiere abordar la complicidad y los vínculos porosos entre autoridades y grupos delictivos.
“El gran problema que tenemos en México, que ha permitido que florezcan este tipo de organizaciones, es precisamente que la línea que separa al Estado del crimen organizado es muy borrosa, es muy porosa, no queda claro dónde termina el Estado y dónde empieza el crimen organizado. Mientras no abordemos ese vínculo, pues difícilmente tendremos resultados”, concluyó.
Imágen cortesía: Jesús Aviles
