Oslo, Noruega – María Corina Machado, líder opositora venezolana y galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, emergió este jueves de 11 meses de clandestinidad para recibir su distinción en la capital noruega. Tras una salida de Venezuela digna de una trama cinematográfica, la exdiputada y fundadora del movimiento Vente Venezuela se presentó ante los medios sin un ápice de fatiga, a pesar de una noche en vela impulsada por la emoción de reencontrarse con su familia.
“Ha sido uno de los momentos más extraordinarios y espirituales de mi vida”, expresó Machado con visible emoción al lado del primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre. En el Grand Hotel de Oslo, donde se aloja, no pudo contenerse y abrazó simultáneamente a sus tres hijos, un reencuentro que describió como inolvidable. “La primera noche no ha sido fácil, pero la ilusión por estar aquí con mi familia y amigos después de tanto tiempo lo compensa todo”, agregó.
Durante el día, Machado participó en dos ruedas de prensa: una breve junto a Støre y otra más extensa en el hotel. En ambas, una pregunta recurrente giró en torno a su escapada de Venezuela, un tema que la líder opositora trató con cautela. “Algún día les contaré cómo lo hice, pero ha sido toda una experiencia”, respondió, extendiendo un profundo agradecimiento a “todos los hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para que hoy estuviera aquí”. Reveló que contó con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, pero evitó detalles precisos para no comprometer a sus colaboradores.
Reportes iniciales, como el publicado por The Wall Street Journal, describen una travesía audaz: Machado habría eludido retenes militares disfrazada con una peluca, para luego embarcarse en una lancha pesquera que la llevó hasta la isla de Curazao. Desde allí, un vuelo privado de más de 8.000 kilómetros la depositó en Oslo. Estos pormenores no han sido verificados de manera independiente, y el Departamento de Estado de EE.UU. se abstuvo de comentar al respecto.
La clandestinidad de Machado comenzó en enero de 2025, tras la investidura de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial. La opositora, quien desde entonces mantuvo su activismo a través de entrevistas y foros virtuales, optó por ocultarse ante el temor a represalias contra ella y su entorno cercano. Altos funcionarios del oficialismo venezolano, como el ministro del Interior Diosdado Cabello y el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, la desestimaron públicamente, minimizando su influencia y burlándose de su decisión de resguardarse.
El anuncio del Nobel el 10 de octubre de 2025, por parte del Comité Noruego, sacudió a la cúpula política venezolana. El galardón reconoce su incansable lucha por la democracia y los derechos ciudadanos en el país sudamericano. Aún en la sombra, Machado lo celebró como “un paso decisivo hacia la transición en Venezuela”. Su hija recogió el premio en su nombre durante la ceremonia.
En su reaparición pública, Machado no solo cantó el himno nacional venezolano en un emotivo gesto, sino que detalló el instante del abrazo con sus hijos: un momento cargado de lágrimas y alivio tras meses de separación. “No creo que supieran dónde he estado durante este tiempo. De haberlo sabido, habrían hecho todo lo posible para impedirme estar aquí”, confesó, aludiendo a las autoridades venezolanas y atribuyendo su éxito a la incertidumbre sobre su paradero.
Mirando al futuro, la Nobel de la Paz priorizará estos días en Oslo para reconectar con familiares y amigos, e incluso planea un chequeo médico. Sin embargo, su compromiso con Venezuela permanece inquebrantable. “Regresaré a mi país, aunque sin una fecha exacta. Y si el régimen sigue en el poder, volveré rodeada de mi gente”, aseguró con convicción. “No sabrán dónde estoy; tenemos formas para lograrlo”, añadió, enfatizando que su movimiento opositor solo ganará fuerza en los meses venideros.
La presencia de Machado en Noruega, respaldada por varios líderes internacionales, reaviva las interrogantes sobre el rumbo de la oposición venezolana en un contexto de tensiones crecientes. Por ahora, su viaje de la sombra a los reflectores simboliza no solo un triunfo personal, sino un llamado global a la libertad en su nación.
Imágen cortesía: BBC
