La población migrante en centros de detención de Florida ha crecido de forma alarmante desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, según denunció un informe conjunto de Human Rights Watch, Americans for Immigrant Justice y Sanctuary of the South (SOS).
El documento revela que la cifra de migrantes detenidos aumentó un 111% en lo que va del año, alcanzando 2,524 personas en instalaciones como el Centro de Procesamiento Krome, el Centro de Detención Federal de Miami y el Centro Transicional Broward.
El hacinamiento, la falta de atención médica, condiciones inhumanas y presuntos abusos ya habrían cobrado la vida de dos personas, incluso antes de la apertura del polémico nuevo centro apodado ‘Alligator Alcatraz’, previsto para albergar entre 3,000 y 4,000 migrantes.
SOS, una de las organizaciones firmantes, ha presentado una demanda federal contra esta nueva instalación migratoria en Florida, argumentando que viola derechos constitucionales básicos como el debido proceso y la libertad de expresión.
La investigación incluye testimonios de 17 personas detenidas y detalla situaciones como la triplicación de internos en el centro Krome, y la reapertura del FDC de Miami para arrestos migratorios, luego de años sin operar en ese ámbito.
En todo Estados Unidos, ya hay más de 56,000 migrantes detenidos, la cifra más alta jamás registrada, con un aumento del 40% respecto al año anterior.
“Están desapareciendo a personas dentro de un sistema de detención profundamente dañino y deshumanizante”, advirtió Denise Noonan Slavin, representante de Americans for Immigrant Justice.
Las organizaciones insisten en que el trato actual hacia los migrantes no solo viola estándares federales, sino también principios básicos de derechos humanos internacionales.