El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció nuevas restricciones de visados a funcionarios de países africanos y de Granada por contratar misiones médicas cubanas, señaladas por Washington como trabajo forzado. El comunicado no especifica los países africanos ni los nombres de los funcionarios afectados.
Rubio acusó al Gobierno cubano de “alquilar” a sus médicos a precios elevados, apropiándose de la mayor parte de los ingresos y privando al pueblo cubano de atención médica esencial. “Tomaremos las medidas necesarias para poner fin a este trabajo forzoso”, advirtió, e instó a que los pagos se realicen directamente a los profesionales de la salud.
La Administración estadounidense ya había sancionado en meses anteriores a funcionarios cubanos y de países centroamericanos vinculados con estas misiones médicas, una de las principales fuentes de ingresos de La Habana. Por su parte, Cuba rechaza las acusaciones y denuncia una “campaña de desprestigio” contra su programa de cooperación internacional.
El anuncio coincide con el primer reporte de derechos humanos publicado bajo la Administración de Donald Trump, que calificó las misiones médicas cubanas como uno de los casos de “trabajo forzoso auspiciado por el Estado” en 2024.