Washington D.C., 25 de junio de 2025 – Un análisis preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de Estados Unidos revela que los ataques militares estadounidenses del pasado fin de semana contra tres instalaciones nucleares en Irán –Fordow, Natanz e Isfahán– no lograron destruir los componentes esenciales del programa nuclear iraní, limitándose a dañar infraestructuras superficiales y retrasando el programa solo algunos meses. Esta evaluación contradice las afirmaciones del presidente Donald Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quienes aseguraron que los ataques habían “destruido total y completamente” las capacidades nucleares de Irán.
Según cuatro fuentes con conocimiento del análisis, citado por CNN, las reservas de uranio enriquecido y las centrifugadoras de las instalaciones permanecen prácticamente intactas. Imágenes satelitales de Maxar Technologies muestran cráteres y daños en estructuras superficiales de Fordow, pero los niveles subterráneos, donde se realiza el enriquecimiento de uranio, no habrían sido comprometidos de manera significativa. “La evaluación indica que Estados Unidos las retrasó unos meses, como máximo”, afirmó una de las fuentes.
Los ataques, que involucraron bombarderos B-2 y bombas antibúnker de 13,600 kilos, fueron precedidos por operaciones israelíes contra las mismas instalaciones. Sin embargo, el uso de misiles Tomahawk en Isfahán, en lugar de bombas antibúnker, se debió a la dificultad de penetrar los niveles más profundos de este complejo, según una fuente.
La Casa Blanca, a través de la secretaria de prensa Karoline Leavitt, rechazó el análisis de la DIA, calificándolo de “totalmente erróneo” y acusando a un “miembro anónimo de bajo nivel” de filtrarlo para desacreditar a Trump. Hegseth insistió en que los bombardeos fueron un “éxito rotundo” y que las instalaciones quedaron “enterradas bajo escombros”. Trump, por su parte, reiteró que los objetivos fueron “completamente destruidos” y elogió a los pilotos involucrados.
Sin embargo, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, señaló que aún es “demasiado pronto” para determinar el impacto total de los ataques, mientras Estados Unidos continúa recopilando información. Funcionarios también sospechan que Irán mantiene instalaciones nucleares secretas que no fueron atacadas y siguen operativas.
La controversia se intensificó tras la cancelación de sesiones informativas clasificadas para la Cámara de Representantes y el Senado, previstas para este martes. El representante demócrata Pat Ryan criticó la decisión en X, acusando a Trump de evitar el escrutinio sobre sus afirmaciones. Las sesiones han sido reprogramadas, con el Senado previsto para el jueves, aunque no se ha confirmado una nueva fecha para la Cámara.
El frágil alto el fuego entre Irán e Israel, anunciado el 24 de junio en Teherán, sigue generando incertidumbre, mientras persisten las dudas sobre la efectividad de los ataques y el futuro del programa nuclear iraní.
Imágen cortesía: CNN