Estados Unidos envió diez aviones de combate F-35 a una base aérea en Puerto Rico como parte de sus operaciones contra el narcotráfico en el Caribe, en un movimiento que coincide con la escalada de fricciones con Venezuela, confirmó la cadena CBS.
Una fuente vinculada al plan indicó que la medida forma parte de la estrategia de la Administración Trump para intensificar la lucha contra los cárteles. El Pentágono evitó dar comentarios oficiales sobre la movilización.
El despliegue se produce después del ataque a una lancha en el Caribe, en el que, según Washington, murieron once presuntos miembros del grupo criminal Tren de Aragua, organización a la que la Casa Blanca vincula con el gobierno de Nicolás Maduro.
La tensión aumentó aún más cuando dos cazas F-16 venezolanos sobrevolaron al destructor USS Jason Dunham en aguas internacionales, maniobra que el Pentágono calificó de “provocativa”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, de visita en México, advirtió que Estados Unidos volverá a atacar militarmente a los cárteles: “Lo que les detendrá es hacerlos explotar y deshacerse de ellos”, declaró.
Actualmente, Washington mantiene en el Caribe ocho buques de guerra armados con misiles y un submarino nuclear, reforzando así su presencia militar en la región.
