El Gobierno de Estados Unidos rechazó oficialmente tener vínculos con la producción de un reality show en el que migrantes competirían por la ciudadanía estadounidense, desmintiendo reportes que apuntaban al supuesto respaldo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La secretaria del DHS, Kristi Noem, aseguró durante una audiencia ante el Senado que “no tiene planes de realizar un ‘reality’ show”, en respuesta a preguntas sobre una posible colaboración de la agencia en dicho proyecto televisivo.
La controversia surgió tras un informe del medio británico The Daily Mail, que afirmaba que el DHS estaba considerando seriamente una propuesta presentada por el productor Rob Worsoff. El programa, según sus declaraciones, buscaba “celebrar el privilegio de ser ciudadano estadounidense”, descartando cualquier enfoque punitivo o degradante. “Esto no es ‘Los Juegos del Hambre’ para migrantes”, aclaró Worsoff, rechazando la idea de que los concursantes serían deportados si perdían.
No obstante, desde el propio DHS, la subsecretaria Tricia McLaughlin emitió un comunicado en el que negó cualquier conocimiento o respaldo por parte de Noem a la iniciativa. Aunque reconoció que la agencia recibe cientos de propuestas audiovisuales cada año, aclaró que esta en particular “no ha sido aprobada ni rechazada formalmente” y que apenas se encuentra en una fase preliminar de revisión.
La noticia se da en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración del presidente Donald Trump, quien retomó el cargo en enero con una retórica firme contra la inmigración irregular. La semana pasada, la Casa Blanca defendió ante la Corte Suprema una orden ejecutiva que busca restringir el derecho a la ciudadanía por nacimiento, medida que podría afectar a cientos de miles de niños nacidos en territorio estadounidense.
Aunque la posibilidad de un programa televisivo con implicaciones migratorias fue recibida con escepticismo, el debate reaviva cuestionamientos sobre cómo se abordan los procesos de naturalización en medio de un clima político cada vez más polarizado. Por ahora, el reality show sigue siendo solo una propuesta sin respaldo oficial.
