Estados Unidos solicitó a sus embajadas en países de América Latina reforzar el seguimiento y reporte de delitos asociados a la llamada “migración masiva”, además de analizar las políticas gubernamentales que, a su juicio, facilitan estos flujos migratorios. La medida se enmarca en la estrategia antimigratoria impulsada por el presidente Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca.
A través de un comunicado difundido en redes sociales, el Departamento de Estado indicó que las sedes diplomáticas deberán evaluar aquellas acciones oficiales que prioricen a los migrantes sobre los ciudadanos o que incentiven movimientos migratorios a gran escala. Asimismo, se les pidió exhortar a los gobiernos de la región a reforzar la protección de sus fronteras y a enfrentar lo que Washington considera violaciones a los derechos humanos derivadas de este fenómeno.
“El objetivo es defender a los ciudadanos y contener los efectos negativos de la migración masiva, así como de las redes criminales que la facilitan”, señala el mensaje oficial, en el que se recuerda que estas dinámicas, según la visión del gobierno estadounidense, generaron graves impactos internos antes del endurecimiento de la seguridad fronteriza.
Desde enero de 2025, la Administración Trump ha intensificado las políticas migratorias, con un aumento en las deportaciones y la aplicación de restricciones de ingreso, totales o parciales, a ciudadanos de casi 40 países. En este contexto, el Departamento de Seguridad Nacional aseguró que el año ha registrado cifras récord, con más de 600 mil personas deportadas y cerca de dos millones que habrían salido del país de manera voluntaria, aunque estos últimos datos no han sido respaldados públicamente por la Casa Blanca.
Analistas recuerdan que, durante el gobierno del expresidente Joe Biden, se impulsaron programas económicos y sociales para atender las causas estructurales de la migración, como la corrupción, la violencia, la inseguridad y la falta de oportunidades. El contraste entre ambas estrategias refleja la diferencia de enfoques en torno a uno de los temas más sensibles de la agenda regional.
