Washington, 19 de junio de 2025 – El Departamento de Estado de Estados Unidos ha ordenado a sus embajadas y consulados reanudar las citas para visas de estudiante e intercambio (F, M y J), suspendidas a finales de mayo, pero con un nuevo requisito: una evaluación exhaustiva de la “presencia en línea” de los solicitantes para detectar “actitudes hostiles” hacia los ciudadanos, la cultura, el gobierno, las instituciones o los principios fundacionales de EE.UU.
Según un cable diplomático, los solicitantes deberán configurar sus perfiles de redes sociales como públicos, ya que un acceso limitado podría interpretarse como un intento de ocultar información. La directriz exige a los funcionarios consulares revisar la actividad en línea de los solicitantes, utilizando motores de búsqueda y bases de datos disponibles, para identificar posibles vínculos con terrorismo, acoso, violencia antisemita o activismo político que pueda “interrumpir la actividad académica” en universidades estadounidenses.
Esta medida se enmarca en una política más estricta del gobierno de Donald Trump hacia estudiantes internacionales, que incluye la revocación de visas y un enfoque particular en instituciones como la Universidad de Harvard. El cable no especifica qué se considera una “actitud hostil”, pero instruye a los funcionarios a tomar capturas de pantalla de cualquier información “potencialmente despectiva” y evaluar si el solicitante respetará los términos de su visa.
Las embajadas tienen cinco días hábiles para implementar esta evaluación, lo que podría afectar la capacidad de procesamiento de visas debido al aumento en la carga de trabajo. Se dará prioridad a solicitudes urgentes, como las de médicos con visas J-1 y estudiantes F-1 que deseen asistir a universidades donde los estudiantes internacionales representen menos del 15% del alumnado, según datos del Departamento de Educación.
La directriz subraya la preocupación del gobierno por la seguridad nacional, citando advertencias del FBI sobre intentos de potencias extranjeras de explotar instituciones educativas estadounidenses para robar información técnica o difundir desinformación. El secretario de Estado, Marco Rubio, ha enfatizado que EE.UU. no busca “importar activistas” que puedan alterar el ambiente académico.
Esta nueva política podría disuadir a estudiantes internacionales de viajar a EE.UU., en un momento en que la administración refuerza los controles migratorios y de seguridad en el proceso de visas.
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