El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este lunes una contundente advertencia a Hamás: si no respeta los términos del plan de paz impulsado por su administración en Gaza, el grupo será “erradicado”. La declaración, realizada ante la prensa durante un encuentro en la Casa Blanca con el primer ministro australiano Anthony Albanese, recalca la línea dura de la Casa Blanca mientras la tregua en la Franja permanece frágil.
En la misma intervención, Trump descartó la presencia de soldados estadounidenses sobre el terreno: dijo que no habría “boots on the ground” y planteó, en cambio, la posibilidad de que países aliados —y en última instancia Israel— se encarguen de la respuesta si Hamás viola el acuerdo. “Podría decirles que intervengan… Israel intervendría en dos minutos”, afirmó el mandatario, subrayando su preferencia por una solución que evite despliegues directos estadounidenses.
Las advertencias llegan en medio de un repunte de la violencia: Israel lanzó bombardeos en varios puntos de Gaza después de lo que consideró una violación de la tregua, con decenas de civiles muertos según autoridades sanitarias palestinas; el gobierno israelí señaló después que reanudaba la aplicación del alto el fuego. La escalada provocó la movilización de altos funcionarios estadounidenses hacia la región para contener la crisis diplomática.
La iniciativa de paz impulsada por la administración Trump —respaldada en la cumbre de El Cairo por varias naciones árabes y europeas— propone, entre otros puntos, la desmilitarización de Hamás y la creación de un mecanismo internacional para la administración de Gaza. Pese a ese apoyo internacional, expertos y organismos humanitarios advierten sobre la fragilidad del acuerdo y el alto costo humanitario de cualquier ruptura en la tregua.
Con la retórica presidencial en primer plano y los bombardeos recientes como telón de fondo, la región vuelve a enfrentar una encrucijada: mantener una tregua apoyada por mediadores internacionales o entrar en una nueva fase de enfrentamientos que, según las palabras de Trump, podría acabar con la presencia operativa de Hamás si este no cumple. Mientras, la diplomacia estadounidense intensifica su esfuerzo para estabilizar la situación.
