La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, se ha visto envuelta en una controversia después de que se relacionara su nombre con una mansión de lujo en San Diego, California, valorada en 5 millones de dólares. La polémica comenzó tras una publicación en su cuenta de Instagram, en la que Ávila aparece en lo que parece ser una sala familiar con detalles decorativos que coinciden con los de la propiedad en venta, según fotos publicadas en el portal inmobiliario Realtor.com.



La imagen, tomada en agosto de 2024 y compartida por la gobernadora con motivo del Día del Abuelo, muestra a Ávila en un espacio con cortinas blancas y marrones y un ventanal de gran tamaño, detalles que se asemejan a los de la mansión que ha causado revuelo en redes sociales. Esta coincidencia ha desatado especulaciones sobre si Ávila podría ser la propietaria de la residencia o si la estaría utilizando de alguna manera, aunque hasta el momento no ha surgido evidencia concreta que confirme tal vínculo.
La controversia se intensificó tras el anuncio de que tanto la gobernadora como su esposo, Carlos Torres, fueron informados de la revocación de su visa por parte del gobierno de Estados Unidos. Este hecho ha avivado aún más las dudas sobre las actividades personales y financieras de Ávila fuera de México, aumentando la presión pública sobre su figura política.
En defensa de la mandataria, el diputado de Morena, Fidel Mogollón Pérez, salió al paso de las críticas, argumentando que la revocación de la visa no necesariamente implica culpabilidad. “Muchos individuos involucrados en delitos graves mantienen su visa estadounidense”, afirmó desde la tribuna del Congreso estatal, sugiriendo que el hecho no debe ser interpretado como una prueba de corrupción.
Mientras tanto, la gobernadora no ha emitido comentarios oficiales sobre las especulaciones en torno a la mansión ni sobre su revocación de visa, dejando el tema en el centro del debate público en Baja California.