Aguascalientes, 8 de octubre de 2025 — Han transcurrido más de tres meses desde que Juan Pablo Díaz López, un joven de 16 años, salió de su hogar en Aguascalientes para cobrar su salario en un taller de cancelería de aluminio en el centro de la ciudad, y no ha regresado. Su familia, sumida en la angustia y la incertidumbre, sospecha que el adolescente pudo haber sido reclutado forzosamente para trabajar en condiciones de explotación, posiblemente vinculado a una red que opera en regiones vecinas.
El sábado 5 de julio, Juan Pablo, descrito por sus seres queridos como un muchacho tranquilo y hogareño sin antecedentes de problemas, se dirigió al taller para recibir su pago quincenal. Según el padre del joven, José de Jesús Díaz Robles, el patrón confirmó que le entregó el dinero y que el chico se marchó a pie, prometiendo volver pronto a casa. “Se fue al trabajo un sábado 5 de julio y regresó y me dijo: ‘papá, ahorita vengo, voy a cobrar’. Fui con su patrón y me dijo que ya le había pagado y que se fue”, relató Díaz Robles con la voz quebrada por el dolor, en una entrevista reciente.
Desde ese momento, el silencio ha sido ensordecedor. El progenitor comparte el tormento diario que lo embarga: “Lo extraño, lo sueño, se me hace como un sueño, no lo puedo creer. Oigo las campanas del templo, siempre venía y entraba, me abrazaba y me daba un beso”. Rocío, la madre de Juan Pablo, ha entregado a las autoridades videos de vigilancia y otras pistas que podrían ser clave para la localización, pero lamenta la falta de avances en la investigación. “Hemos proporcionado toda la información posible, pero no vemos movimiento”, expresó con frustración.
Sospechas de reclutamiento forzado en Encarnación de Díaz
Una de las hipótesis que maneja la familia apunta a Encarnación de Díaz, un municipio en el estado vecino de Jalisco, donde residiría una joven con la que Juan Pablo mantenía contacto casual, a quien ahora señalan como posible reclutadora de adolescentes para trabajos forzados. “Esa que dicen que dizque novia no es novia; lo que pasa es que me acabo de enterar que dicen que recluta muchachos, se lleva a los muchachos para hacerlos trabajar”, afirmó Rocío, desmintiendo cualquier relación romántica formal.
El domingo 6 de julio, un día después de su desaparición, el patrón del taller recibió una llamada del teléfono de Juan Pablo, aparentemente desde Encarnación de Díaz. Sin embargo, al estar dormido, no pudo contestar, y desde entonces no ha habido más señales. Esta pista inicial ha llevado a la familia a intensificar sus esfuerzos en esa zona, aunque las autoridades no han confirmado avances concretos.
El caso de Juan Pablo se inscribe en un contexto preocupante de desapariciones de jóvenes en la región, donde la explotación laboral y el reclutamiento forzado representan amenazas crecientes para menores de edad. Según datos de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Aguascalientes, el estado ha registrado un alza en reportes de este tipo en los últimos años, con énfasis en la vulnerabilidad de trabajadores informales como los del sector de la construcción y talleres.
Llamado desesperado a las autoridades
José de Jesús Díaz Robles lanzó un urgente llamado a las instituciones responsables: “Pedirles a las autoridades que ya se pongan las pilas, que le echen ganas”. La familia ha colaborado activamente con la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes, proporcionando descripciones físicas detalladas —Juan Pablo mide aproximadamente 1.65 metros, tiene complexión delgada, cabello negro corto y ojos cafés— y fotografías para difundir alertas.
Mientras tanto, los Díaz López mantienen la esperanza, pero el paso del tiempo agrava su sufrimiento. “Es como si el mundo se hubiera detenido ese sábado”, confiesa el padre. Organizaciones civiles y colectivos de búsqueda en Aguascalientes han ofrecido apoyo, recordando la importancia de la denuncia inmediata y la colaboración comunitaria en estos casos.
Cualquier información sobre el paradero de Juan Pablo puede reportarse al 911 o directamente a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Aguascalientes, al teléfono (449) 910 74 00. La familia urge a la ciudadanía a estar atenta y compartir cualquier pista que pueda llevar al reencuentro.
Imágen cortesía: HCR