El Gobierno del expresidente Donald Trump ha anunciado el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para ciudadanos afganos que residen en Estados Unidos, una medida que podría afectar directamente a más de 11,000 personas que hasta ahora contaban con esta protección humanitaria.
El anuncio fue hecho este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional, encabezado por la secretaria Kristi Noem, quien aseguró que la decisión se basa en “mejoras notables” en la seguridad y la estabilidad de Afganistán. Según el aviso publicado en el Registro Federal, la administración considera que ya no se cumplen las condiciones que justificaron la designación inicial del TPS.
“Hemos revisado las condiciones actuales junto con nuestros socios interinstitucionales y concluimos que Afganistán ha avanzado lo suficiente como para permitir el retorno seguro de sus ciudadanos”, declaró Noem. “Esta administración está devolviendo el TPS a su propósito temporal original”.
El TPS es una figura legal que ofrece protección temporal contra la deportación y permisos de trabajo a personas provenientes de países golpeados por conflictos armados o desastres naturales. En el caso de Afganistán, la designación fue una respuesta a la prolongada crisis humanitaria tras la retirada militar estadounidense y el regreso del Talibán al poder en 2021.
La medida se suma a otras acciones similares tomadas durante la administración de Trump para limitar o terminar protecciones migratorias extendidas, muchas de las cuales han sido objeto de demandas judiciales y fuertes críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Con esta decisión, miles de familias afganas podrían enfrentar la incertidumbre de ser forzadas a regresar a un país aún marcado por la violencia, la represión y la inestabilidad política. Mientras tanto, se espera que organizaciones civiles y sectores del Congreso presionen para buscar alternativas legislativas que garanticen la permanencia de los afectados.