07 de noviembre de 2025
Habitantes de Uruapan lamentan que el menor señalado como homicida material del alcalde Carlos Manzo haya sido ultimado tras ser reducido, pues consideran que su testimonio vivo habría permitido identificar a los autores intelectuales del crimen.
Ante el altar improvisado en la plaza principal, donde Manzo fue asesinado el 1 de noviembre a las 20:10 horas, cientos de personas depositan flores, veladoras y se persignan frente a su fotografía. La mayoría evita hablar con detalle por temor, pero coinciden en que Víctor Manuel, de 17 años, ya estaba sometido cuando un guardia de seguridad le disparó.
“Ya lo tenían sometido, ¿por qué llega un guardia y lo mata? Para que no hablara”, expresó don Juan, un adulto mayor que acudió al sitio. “Había necesidad de agarrarlo para interrogarlo y saber quién lo mandó”.
A cinco días del magnicidio, Uruapan —segunda ciudad más grande de Michoacán y polo económico del estado— luce calles semivacías y tránsito reducido. Comercios y viviendas exhiben moños negros en preparación para la marcha convocada este viernes.
Menor de edad, originario de Paracho
El fiscal general de Michoacán, Carlos Torres Piña, confirmó que Víctor Manuel, de 17 años y vecino de Paracho, es el presunto autor material. El joven desapareció de su hogar una semana antes del ataque y fue reconocido por familiares en el anfiteatro el miércoles. Su cuerpo fue entregado para inhumación tras diligencias protocolarias.
Pruebas periciales detectaron pólvora en ambas manos del menor, lo que refuerza la hipótesis de que disparó contra el presidente municipal.
Torres Piña reiteró la participación de más de dos personas y la vinculación con la delincuencia organizada, específicamente el Cártel Jalisco Nueva Generación, en el homicidio del líder del “Movimiento del Sombrero”.
La ciudadanía expresa desconfianza hacia autoridades estatales y federales por la ausencia de refuerzos visibles del Ejército y la Guardia Nacional en la ciudad.
Imágen cortesía: Excélsior
