Washington, D.C. – El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, afirmó este domingo que el país no está en guerra con Irán, sino con su programa de armas nucleares, tras los ataques aéreos estadounidenses del sábado contra tres instalaciones nucleares iraníes. Esta acción, ordenada por el presidente Donald Trump, marca la primera vez que EE.UU. ataca directamente a Irán, intensificando las tensiones en el conflicto con Israel.
En una entrevista en el programa Meet the Press de NBC News, Vance evitó confirmar si los sitios nucleares fueron completamente destruidos, señalando que los ataques han “retrasado sustancialmente” la capacidad de Irán para desarrollar armas nucleares. “No entraré en detalles confidenciales, pero estoy seguro de que logramos el objetivo de este ataque”, afirmó.
Trump, en un discurso el sábado, aseguró que las instalaciones fueron “completa y totalmente anuladas”, mientras que un parlamentario iraní afirmó que el sitio nuclear de Fordo no sufrió daños significativos, declaraciones que no han podido verificarse de forma independiente. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, indicó que las “ambiciones nucleares de Irán han sido aniquiladas”, aunque el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, señaló que la evaluación final de los daños tomará tiempo, pero los sitios sufrieron “daños extremadamente graves”.
Irán respondió con bombardeos de represalia contra Tel Aviv, capital de Israel, tras los ataques estadounidenses. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, afirmó que su país “se reserva todas las opciones” para responder, mientras Trump advirtió en Truth Social que cualquier represalia será enfrentada con “una fuerza mucho mayor”.
Vance calificó como “suicida” la posibilidad de que Irán interrumpa el Estrecho de Ormuz, una arteria clave para su economía y el comercio mundial de petróleo. “No creo que tenga sentido que lo hagan”, dijo, reiterando que EE.UU. busca la paz con Irán, pero sin un programa nuclear. También culpó a Irán por no dar una oportunidad real a la diplomacia.
El ataque se produce tras los bombardeos israelíes a sitios nucleares iraníes a principios de mes, a los que Irán respondió, escalando el conflicto. Inicialmente, EE.UU. afirmó que no intervendría, pero Trump consideró respaldar a Israel con bombas antibúnker para atacar Fordo, construido bajo una montaña.
La decisión de Trump generó controversia. Algunos demócratas y al menos dos republicanos la calificaron de “inconstitucional” por no contar con la aprobación del Congreso, e incluso hablaron de un posible juicio político. El senador republicano Lindsey Graham defendió la acción, argumentando que el presidente actuó dentro de su autoridad como comandante en jefe y que el Congreso no puede asumir ese rol. Por su parte, el senador demócrata Mark Kelly señaló que no había una amenaza inminente que justificara los ataques.
EE.UU. ha recibido “mensajes indirectos” de Irán tras los bombardeos, según Vance, mientras el mundo observa con atención las posibles represalias y sus implicaciones globales.
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