Appleton, Wisconsin, 5 de junio de 2025 – La familia Schmidtknecht, de Wisconsin, vive el dolor de la pérdida de su hijo Cole, un joven de 22 años que falleció tras un ataque de asma grave, atribuido a la imposibilidad de acceder a su inhalador preventivo debido a un aumento abrupto en su precio. El medicamento, Advair Diskus, que antes costaba menos de 70 dólares, pasó a valer más de 500 dólares, según relató Bil Schmidtknecht, padre de Cole.
Cinco días después de salir de la farmacia con un inhalador de rescate, insuficiente para prevenir crisis graves, Cole sufrió un ataque de asma que le costó la vida. Sus padres, Bil y Shanon, culpan a un sistema de salud que permite cambios de precio sin previo aviso, impulsado por los Administradores de Servicios Farmacéuticos (PBM), intermediarios que deciden qué medicamentos cubren las aseguradoras.
La familia ha presentado una demanda contra Optum Rx, el PBM que retiró el inhalador de Cole de la lista de medicamentos cubiertos, y Walgreens, la farmacia que, según los Schmidtknecht, no ofreció alternativas asequibles ni contactó al médico de Cole. La demanda alega que no se dio el preaviso de 30 días requerido ni se proporcionaron opciones viables. Optum Rx expresó condolencias, pero argumentó que había inhaladores alternativos con copagos de 5 dólares disponibles y que la ley federal impide que el caso se lleve a un tribunal estatal. Walgreens también ofreció condolencias, señalando que su personal puede trabajar con pacientes y médicos para buscar soluciones, aunque no discutió detalles por razones de privacidad.
El caso pone en evidencia la opacidad de los PBM, que controlan el 80% de las recetas en EE.UU. y cuyas decisiones, consideradas secreto comercial, dificultan que pacientes, farmacéuticas y aseguradoras comprendan los cambios en la cobertura de medicamentos. Un informe de la Comisión Federal de Comercio señaló que las tres mayores empresas PBM han inflado los costos de medicamentos esenciales en miles de millones de dólares, aunque estas compañías refutan las conclusiones.
Los Schmidtknecht abogan por una ley que exija un aviso de 90 días ante cambios en los precios de medicamentos, buscando justicia para Cole y cambios sistémicos. “Queremos justicia para todos”, afirmó Shanon. En memoria de su hijo, quien tendría 24 años, la familia lleva tatuajes como el que Cole tenía en la muñeca, un recordatorio para seguir luchando por un sistema de salud más justo.
Imágen cortesía: Ganoa