La jueza de circuito del condado de Milwaukee, Hannah Dugan, se declaró inocente este jueves ante un tribunal federal, tras ser acusada de obstrucción y encubrimiento por presuntamente ayudar a un inmigrante indocumentado a evadir a agentes de inmigración dentro de su propio juzgado.
La audiencia fue breve, duró menos de cinco minutos. La declaración fue presentada por su abogado principal, el exfiscal Steve Biskupic, mientras manifestantes se congregaban frente al edificio federal con pancartas en apoyo a la jueza y consignas como: “¡Libertad de expresión! ¡Las manos fuera!” y “¡Democracia, no intervengan!”.
La acusación formal surgió de un incidente ocurrido el 18 de abril, cuando Eduardo Flores-Ruiz, deportado en 2013 y señalado por haber reingresado ilegalmente al país, compareció ante la corte de Dugan por un caso menor de violencia doméstica. Según los fiscales, al ser informada de la presencia de agentes migratorios, la jueza calificó la situación de “absurda” y supuestamente dirigió al acusado y a su abogado hacia una salida trasera para evitar su arresto. Flores-Ruiz fue detenido momentos después, tras una breve persecución a pie.
La defensa de Dugan sostiene que ella actuó dentro del marco de sus funciones judiciales y goza de inmunidad total. En una moción presentada el miércoles, sus abogados invocaron el precedente de la Corte Suprema de 2024 que otorgó inmunidad absoluta a expresidentes por actos oficiales, en referencia al caso de Donald Trump por interferencia electoral.
El juicio está programado para iniciar el 21 de julio y podría durar una semana, aunque las autoridades prevén que la selección del jurado tomará más tiempo de lo habitual. La jueza de distrito Lynn Adelman será quien presida el caso.
De ser hallada culpable de los dos cargos, Dugan enfrenta una posible condena de hasta seis años de prisión, en un caso que pone a prueba los límites entre la autoridad judicial y la aplicación de la ley migratoria en Estados Unidos.
