El controvertido centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz” recibió este jueves a su primer grupo de detenidos, según confirmó la División de Manejo de Emergencias de Florida en una publicación oficial a través de la red social X.
La instalación, ubicada en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, en pleno corazón de los Everglades, fue levantada en menos de un mes bajo el liderazgo del gobernador Ron DeSantis y en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La imagen compartida por las autoridades muestra dos camionetas estacionadas frente a una puerta custodiada, presuntamente perteneciente al nuevo complejo. Sin embargo, no se ha revelado el número exacto de detenidos ni su nacionalidad.
Diseñado para albergar hasta 5,000 personas, este centro de detención temporal convierte la antigua pista de aterrizaje de casi 4 kilómetros en una ciudad improvisada de tiendas de campaña y remolques reutilizados por FEMA. El costo estimado por cama y día asciende a 245 dólares, según cifras oficiales.
De acuerdo con DeSantis, las condiciones del lugar y su ubicación rodeada de caimanes buscan reforzar la seguridad perimetral. “Está claro que, si alguien se escapa, tendrá que enfrentarse a un montón de caimanes”, advirtió el gobernador la semana pasada en conferencia de prensa.
“Alligator Alcatraz”, como ha sido apodado, funcionará de forma autónoma, utilizando la misma infraestructura de emergencia que se despliega durante desastres naturales, en una zona donde las temperaturas superan habitualmente los 32°C y las tormentas tropicales son frecuentes.
El centro se convierte así en un nuevo eje de la política migratoria impulsada desde Washington, en medio de crecientes críticas de organizaciones de derechos humanos y sectores opositores.