Luxemburgo, 4 de marzo de 2025 – El pueblo luxemburgués despertó con tristeza tras conocerse la muerte del príncipe Federico, quien falleció a los 22 años en París a causa del síndrome de Alpers, una rara enfermedad metabólica. Federico era el hijo menor del príncipe Roberto, primo del gran duque Enrique.
El joven aristócrata fue diagnosticado con esta enfermedad congénita a los 14 años. El síndrome de Alpers afecta el metabolismo energético del cuerpo y deteriora órganos vitales como el cerebro, los músculos y el hígado. A pesar de su condición, Federico dedicó parte de su vida a concienciar sobre este padecimiento y fundó la organización POLG, que impulsa la investigación en enfermedades metabólicas.
La familia real anunció la noticia el fin de semana a través de la fundación, donde compartieron detalles sobre sus últimos momentos. Según el comunicado, el príncipe reunió fuerzas el pasado 28 de febrero, Día de las Enfermedades Raras, para despedirse de sus seres queridos.
“Nuestro amado hijo nos llamó a su habitación para hablar con nosotros por última vez. Encontró la fuerza y el coraje para despedirse de cada uno de nosotros”, expresó su familia.
Sus últimas palabras estuvieron marcadas por la emotividad, recordando un chiste familiar antes de preguntarle a su padre si estaba orgulloso de él. “Apenas había podido hablar durante varios días, por lo que la claridad de estas palabras fue tan sorprendente como el peso del momento fue profundo. La respuesta fue muy fácil, y él la había escuchado tantas veces, pero en ese instante, necesitaba la seguridad de que había aportado todo lo que pudo en su corta y hermosa existencia y que, finalmente, podía partir en paz”, relató su padre.
El fallecimiento del príncipe Federico ha conmocionado a la nobleza y al pueblo de Luxemburgo, que recuerdan su valentía y compromiso con la investigación de enfermedades raras. Se espera que en los próximos días se realicen ceremonias en su honor para despedirlo.
