El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, anunció que el próximo viernes viajará a Washington para negociar la exclusión del país de los aranceles del 50% al acero y aluminio decretados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ebrard calificó la medida como “injusta, insostenible e inconveniente”, argumentando que afectará a las industrias de ambos países, especialmente la automotriz, la construcción, la metalmecánica y la electrónica.
El funcionario destacó que Estados Unidos tiene un superávit comercial en acero con México, lo que hace ilógico imponer un arancel cuando no existe un déficit. Además, señaló que EU importa el 25% del acero que consume, por lo que el gravamen impactará directamente su economía. Ebrard también subrayó los esfuerzos de México en temas como la migración y el combate al fentanilo, los cuales defenderá en las negociaciones.
El decreto de Trump, firmado este martes, eleva los aranceles del 25% al 50% a partir del 4 de junio, con el objetivo de proteger las industrias estadounidenses del acero y aluminio, consideradas estratégicas. México, tercer proveedor de acero a EU después de Canadá y Brasil, exporta el 80% de sus productos a este país, su principal socio comercial.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha enfatizado que México continúa negociando con EU para mitigar el impacto de estas medidas. Además, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) exenta de aranceles al 90% del comercio bilateral, y su revisión está programada para septiembre u octubre.
Canadá, principal proveedor de acero a EU, ya presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra los aranceles, argumentando que violan las obligaciones comerciales internacionales. México, por su parte, confía en lograr una exención mediante argumentos sólidos en las próximas negociaciones.
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