Estados Unidos

Migrantes abruman a los agentes que protegen un remoto cruce en la frontera de Arizona con México

Un cambio en las rutas de contrabando de personas ha llevado a Lukeville una afluencia de inmigrantes de países tan diversos como Senegal, Bangladesh y China, lo que ha llevado a la Patrulla Fronteriza a buscar ayuda de otras agencias federales.

Gerston Miranda y su esposa estaban entre los miles de inmigrantes que llegaron recientemente a esta zona remota en la frontera sur de Arizona con México, ingresaron a Estados Unidos a través de un hueco en el muro, y caminaron durante la noche unas 14 millas (23 kilómetros) con dos hijas en edad escolar para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza.

“No hay seguridad en mi país”, dijo el ecuatoriano de 28 años, quien perdió su trabajo cuando su empleador cerró debido a la extorsión de los delincuentes. “Sin seguridad no puedes trabajar. No puedes vivir”.

Un cambio en las rutas de contrabando de personas ha traído aquí una afluencia de inmigrantes de países tan diversos como Senegal, Bangladesh y China, lo que llevó a la Patrulla Fronteriza a buscar ayuda de otras agencias federales y generó escrutinio sobre un tema crítico para las elecciones presidenciales del próximo año.

Con cientos de inmigrantes que cruzan en el área diariamente, el Gobierno de Estados Unidos cerró indefinidamente el lunes el cercano cruce internacional entre Lukeville, Arizona, y Sonoyta, México, para así liberar a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) asignados a ese puerto de entrada para que ayudaran con el transporte y otras tareas. La agencia también ha cerrado parcialmente otros puertos de entrada fronterizos en los últimos meses, incluido un cruce peatonal en San Diego y un puente en Eagle Pass, Texas.

Críticos de la medida —incluidos Katie Hobbs, gobernadora demócrata de Arizona, los dos senadores estadounidenses del estado, el gobernador del estado mexicano de Sonora y los líderes de la cercana nación indígena Tohono O’odham— dijeron que eso podría dañar al comercio y al turismo. Hobbs instó al presidente, Joe Biden, a reasignar los 243 miembros de la Guardia Nacional que ya están en el sector de Tucson para ayudar a reabrir el cruce de Lukeville.

La mañana después del cierre, alrededor de una docena de agentes de la Patrulla Fronteriza con uniformes verde oliva vigilaban a unos 400 inmigrantes que habían pasado la noche junto al imponente muro de barras de acero, envueltos en brillantes mantas de Mylar que luego dejaron entre cactus saguaros y árboles de palo verde azul.

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