Un avión de la Marina de México que realizaba una misión humanitaria se estrelló la tarde del lunes en la bahía de Galveston, Texas, dejando al menos cinco personas fallecidas, entre ellas un niño de dos años de edad, informaron autoridades de la Guardia Costera de Estados Unidos.
De acuerdo con los reportes oficiales, en la aeronave viajaban ocho personas: cuatro elementos de la Marina mexicana y cuatro civiles. El vuelo tenía como objetivo trasladar a pacientes con quemaduras graves al hospital Shriners Children’s de Galveston, como parte de una coordinación con la Fundación Michou y Mau.
El sheriff del condado de Galveston, Jimmy Fullen, confirmó que tras el impacto una persona permanece desaparecida y dos más fueron rescatadas con vida. Hasta el momento, las autoridades no han detallado su estado de salud.
El accidente fue presenciado por habitantes de la zona. Un residente relató a medios internacionales que se lanzó al agua para auxiliar a una mujer que quedó atrapada dentro del avión, logrando mantenerla con vida hasta la llegada de los equipos de rescate. La sobreviviente logró respirar gracias a una pequeña bolsa de aire formada en el interior de la aeronave sumergida.
Testigos señalaron que al momento del accidente la zona se encontraba cubierta por una densa niebla marina, lo que reducía considerablemente la visibilidad. La Marina de México informó únicamente que la aeronave sufrió un incidente durante la maniobra de aproximación al aeropuerto de Galveston.
La Guardia Costera de Estados Unidos mantiene activos los operativos de búsqueda con apoyo de buzos, drones, peritos forenses y autoridades locales. A las investigaciones también se sumaron la Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte.
Datos de seguimiento aéreo indican que el avión, un bimotor turbohélice, había despegado de Mérida, Yucatán, con destino al Aeropuerto Internacional Galveston Scholes, al sureste de Houston.
La Secretaría de Marina expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y confirmó que trabaja de manera coordinada con el Consulado de México en Houston. Por su parte, la Fundación Michou y Mau reiteró su solidaridad y su compromiso con la atención de niñas y niños con quemaduras graves.
