Un niño en edad escolar del oeste de Texas falleció a causa del sarampión, convirtiéndose en la primera víctima mortal de la enfermedad en Estados Unidos desde 2015. El menor, que no estaba vacunado, había sido hospitalizado en Lubbock, Texas, según informó Lauren Adams, portavoz de la ciudad.
Las autoridades no proporcionaron detalles sobre la edad del niño, posibles condiciones médicas preexistentes ni su escolarización. Su muerte se da en medio de un brote creciente en la región, que ya ha alcanzado 124 casos confirmados, un aumento de 34 desde la semana pasada, según el Departamento de Servicios de Salud de Texas. La mayoría de los afectados son niños entre 5 y 17 años.
Reacciones y respuestas oficiales
Durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump derivó una pregunta sobre el brote al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), Robert F. Kennedy Jr., quien afirmó: “Estamos siguiendo la epidemia de sarampión todos los días”.
Kennedy también mencionó que había habido dos muertes, pero las autoridades de Texas confirmaron más tarde que solo se ha registrado un fallecimiento. Funcionarios de salud en Nuevo México también aclararon que no han reportado muertes por sarampión en su estado.
Hospitalizaciones y complicaciones
Kennedy señaló que las hospitalizaciones eran “principalmente por cuarentena”, pero expertos locales en salud lo desmintieron. La Dra. Lara Johnson, directora médica de Covenant Health Lubbock Service Area, explicó que los ingresos hospitalarios fueron debido a complicaciones respiratorias graves.
“No hospitalizamos a los pacientes con fines de cuarentena”, afirmó Johnson. “Los pacientes han necesitado oxígeno suplementario y asistencia respiratoria para superar la neumonía vírica relacionada con el sarampión”.
El director de comunicaciones del HHS, Andrew G. Nixon, confirmó que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están al tanto de la muerte del menor en Texas y continúan apoyando a las autoridades estatales y locales con asistencia técnica, pruebas de laboratorio y distribución de vacunas.
Un brote preocupante
El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, se ha convertido en una preocupación creciente en Texas, especialmente entre niños no vacunados. Este brote es el más grande en años y ha reavivado el debate sobre la vacunación obligatoria en Estados Unidos.
Las autoridades sanitarias instan a los padres a vacunar a sus hijos para prevenir nuevos contagios y posibles complicaciones.
Imágen cortesía: Biotech