A poco más de un mes de que se concrete la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, lanzó un último llamado a Washington para que reconsidere la decisión anunciada hace un año por el gobierno de Donald Trump.
“Hay cosas que solo se pueden conseguir con la OMS, relacionadas con la seguridad sanitaria”, advirtió Tedros durante una rueda de prensa este 11 de diciembre, subrayando que “el mundo solo puede estar seguro si estamos todos en el mismo barco”.
Si nada cambia, la salida estadounidense será efectiva el 22 de enero de 2026, un golpe significativo para la agencia, que hasta este año tenía a EE.UU. como su principal contribuyente. “Será una pérdida para todos”, insistió Tedros, quien destacó que tanto Estados Unidos como el resto del planeta saldrán perjudicados.
El director general cuestionó además los argumentos incluidos en la orden ejecutiva firmada por Trump, que criticaba la gestión de la OMS durante la pandemia de covid-19 y señalaba falta de independencia. Tedros reconoció “debilidades” en la respuesta sanitaria global, pero recordó que se aprendieron lecciones clave. También rechazó que la agencia esté subordinada a grandes potencias, asegurando que la OMS ha expresado su desacuerdo tanto con EE.UU. como con China o Rusia.
En cuanto a las objeciones sobre la excesiva contribución estadounidense, Tedros sostuvo que la organización no busca depender de sus donantes más grandes y que incluso desea que Estados Unidos “pague menos” para evitar vulnerabilidades financieras.
A semanas de que el reloj llegue a cero, la OMS insiste en que aún hay margen para que Washington mantenga su lugar en la estructura global de salud. El llamado está hecho; la decisión, sin embargo, sigue en manos de la Casa Blanca.
