Tijuana, 24 de marzo de 2025 – La administración de Donald Trump ha intensificado la seguridad en la frontera entre San Diego y Tijuana con la instalación de más alambre de púas sobre el muro divisorio y el despliegue de más de 1,900 efectivos de la Patrulla Fronteriza y el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Este refuerzo se enmarca en la política migratoria endurecida por el presidente Trump, quien ha insistido en la necesidad de frenar el flujo de migrantes indocumentados y reforzar las restricciones en los cruces fronterizos. Según fuentes oficiales, la presencia militar busca disuadir intentos de cruce ilegal y evitar posibles confrontaciones con grupos de migrantes que buscan ingresar a territorio estadounidense.
Las imágenes del muro cubierto con múltiples capas de alambre de púas han generado reacciones encontradas. Mientras que el gobierno de Estados Unidos defiende la medida como una acción necesaria para garantizar la seguridad nacional, activistas de derechos humanos han denunciado que este tipo de tácticas ponen en peligro la vida de los migrantes.
“Es una respuesta desproporcionada que convierte la frontera en una zona de guerra”, criticó un portavoz de la organización Human Rights Watch. Por su parte, funcionarios del gobierno mexicano han expresado su preocupación por el impacto humanitario que estas medidas podrían tener sobre los migrantes varados en Tijuana.
A pesar de las críticas, la administración Trump ha dejado en claro que continuará reforzando la seguridad fronteriza, insistiendo en que es una prioridad para su segundo mandato. Mientras tanto, la frontera entre San Diego y Tijuana se ha convertido en un símbolo de la creciente tensión migratoria entre ambos países.
Imágen cortesía: Debate
