La tragedia en Texas continúa agravándose. Este miércoles 9 de julio, autoridades confirmaron que el número de víctimas mortales por las inundaciones en la región del Hill Country, al norte de San Antonio, se elevó a 119, mientras que más de 170 personas permanecen desaparecidas.
El alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha, detalló que tan solo en su jurisdicción se han registrado 95 decesos, entre ellos 59 adultos y 36 menores de edad. La situación es particularmente delicada en Camp Mystic, un campamento para niñas a la orilla del río Guadalupe, donde cinco campistas y una consejera aún no han sido localizadas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó izar banderas a media asta en todo el estado para rendir homenaje a las víctimas y declaró que la devastación ha dejado “incontables vidas perdidas y un daño físico y emocional inmenso”.
Las labores de búsqueda y rescate continuaron este miércoles, apoyadas por brigadas de emergencia de otros estados y bomberos de México, en una carrera contrarreloj para encontrar sobrevivientes entre los escombros y las zonas anegadas.
Residentes y expertos han cuestionado la falta de evacuaciones oportunas en las zonas aledañas al río Guadalupe, pese a las intensas lluvias registradas desde el fin de semana del 4 de julio, situación que, según señalan, pudo haber mitigado la magnitud de la tragedia.
El número de desaparecidos se mantiene en 170 —161 en el condado de Kerr y 12 más en otras localidades—, cifra que, según las autoridades, podría aumentar en las próximas horas conforme se restablece la comunicación con zonas incomunicadas y se intensifican las labores de rastreo en terrenos inundados.
