10 de noviembre de 2025
Un nuevo análisis revela que Texas es el estado donde más inmigrantes indocumentados sin récord criminal son detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), representando casi una cuarta parte de los 138.000 arrestos de este tipo registrados a nivel nacional en el último año fiscal.
Según datos oficiales revisados por investigadores, miles de personas que nunca han sido condenadas por delitos —muchas con años de residencia, empleo estable y familias estadounidenses— están siendo arrestadas en operativos rutinarios, paradas de tráfico o incluso en sus propios hogares.
La concentración en Texas ha generado un clima de temor generalizado en comunidades inmigrantes. Padres de ciudadanos estadounidenses, trabajadores esenciales y personas con procesos migratorios en curso ahora evitan salir a la calle por miedo a no regresar.
Organizaciones de derechos civiles denuncian que las tácticas de ICE han cambiado drásticamente: ya no se prioriza a personas con órdenes de deportación pendientes o historial delictivo, sino que se realizan detenciones masivas sin distinción. Esto incluye operativos en paradas de autobús, lugares de trabajo y zonas residenciales.
“Ya no sabemos quién será el siguiente”, declaró una madre de Houston que prefiere mantener el anonimato. “Mi esposo sale a trabajar a las 5 de la mañana y yo paso el día rezando para que regrese”.
El aumento de estas detenciones coincide con la directriz ejecutiva que amplía la autoridad de ICE para arrestar a cualquier persona indocumentada, independientemente de su historial. En Texas, donde vive la segunda mayor población inmigrante del país, el impacto es especialmente severo.
Activistas exigen transparencia en los criterios de arresto y piden al Congreso que intervenga para proteger a quienes no representan amenaza alguna para la seguridad pública. Mientras tanto, en barrios latinos de Dallas, San Antonio y Houston, las iglesias y organizaciones comunitarias distribuyen folletos con números de emergencia y consejos para enfrentar redadas.
El miedo ya no distingue entre quien tiene o no antecedentes: en Texas, simplemente estar indocumentado se ha convertido en motivo suficiente para perder la libertad.
Imágen cortesía: El País
