En medio de una creciente ola de manifestaciones en contra de las redadas migratorias, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció este miércoles el despliegue de la Guardia Nacional en distintos puntos del estado con el objetivo de, según sus palabras, “mantener la paz y el orden”.
A través de un mensaje publicado en su cuenta oficial de X (antes Twitter), Abbott advirtió que, si bien el derecho a la protesta pacífica está garantizado, cualquier daño a personas o propiedades será sancionado con detenciones. “La Guardia Nacional de Texas será desplegada en distintos puntos del estado para garantizar la paz y el orden. Protestar pacíficamente es legal. Dañar personas o propiedades es ilegal y desembocará en detenciones”, puntualizó.
La decisión se produce tras varios días de protestas que han derivado en bloqueos viales y enfrentamientos con la policía en ciudades como Dallas, Houston y San Antonio. En tanto, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró estado de emergencia local y estableció un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad, ante el temor de que las protestas se extiendan hacia la costa oeste.
El presidente Donald Trump también reaccionó ante la situación y dejó abierta la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección si las movilizaciones continúan intensificándose.
Mientras tanto, diversas organizaciones civiles han convocado nuevas marchas para los próximos días, en un ambiente marcado por la tensión social y el debate sobre las políticas migratorias y de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.
