El impulso de SpaceX por ampliar su influencia en la región de Boca Chica, al sur de Texas, enfrentó un importante revés legislativo esta semana. Dos propuestas de ley que habrían otorgado a la empresa de Elon Musk mayor control sobre una carretera principal y una playa pública no lograron avanzar en el Congreso estatal.
El Proyecto de Ley Senatorial 2188, presentado por el legislador Adam Hinojosa, apenas consiguió un voto favorable en el Comité de Asuntos Estatales de la Cámara de Representantes. Su versión complementaria, el Proyecto de Ley 4660 impulsado por la representante Janie López, permanece sin resolución en el mismo comité.
Ambas iniciativas buscaban permitir a SpaceX —y a la eventual ciudad privada de Starbase, promovida por la compañía— gestionar los cierres de la autopista estatal 4 y de la playa de Boca Chica durante los días laborables, bajo el argumento de facilitar actividades espaciales como pruebas y lanzamientos del cohete Starship. Actualmente, esas decisiones se toman en coordinación con el condado de Cameron, que mantiene la autoridad sobre los cierres, especialmente los viernes por la tarde y los fines de semana.
La zona ha cobrado notoriedad como sede de Starbase, el complejo donde SpaceX desarrolla su ambicioso programa espacial, incluyendo la nave que busca llevar humanos a la Luna y Marte. No obstante, el intento por ampliar la jurisdicción privada sobre espacios públicos ha generado inquietudes entre defensores del acceso libre y habitantes de la región.
Por ahora, las reglas se mantienen: el acceso a la carretera y a la playa seguirá siendo administrado por autoridades locales, en colaboración con la compañía aeroespacial. Pero el debate sobre el equilibrio entre desarrollo tecnológico y derechos comunitarios está lejos de apagarse.