Estados Unidos

Texas lidera detenciones de ICE en el interior del país: uno de cada cuatro arrestos migratorios

4 de noviembre de 2025

Texas se ha convertido en el epicentro de las operaciones de deportación del gobierno federal, con uno de cada cuatro arrestos de inmigrantes indocumentados realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el estado, según un análisis de datos oficiales. Desde la toma de posesión del presidente Donald Trump, las detenciones diarias de ICE en Texas se han más que duplicado, pasando de 85 bajo la administración anterior a 176.

Entre enero y julio de 2025, ICE llevó a cabo 138.068 detenciones a nivel nacional, de las cuales el 24% ocurrieron en Texas, que alberga a más de 1.6 millones de inmigrantes indocumentados, la segunda mayor población del país. El condado de Harris, donde se encuentra Houston, encabeza la lista nacional en transferencias de reclusos a ICE, seguido por los condados de Dallas, Bexar y Travis entre los diez primeros.

Un caso ilustrativo es el de Luis Medrano, un inmigrante mexicano de 50 años que llamó a la policía de Houston el 1 de julio para ayudar a su esposa, de 47 años, durante un episodio esquizofrénico. Aunque Medrano solo buscaba asistencia médica —como lo había hecho en tres ocasiones previas—, la mujer fue arrestada por agresión, y tras desestimarse el caso, ICE la deportó a México. Medrano, también indocumentado, la siguió voluntariamente, dejando atrás a sus cuatro hijos ciudadanos estadounidenses.

Los datos, obtenidos mediante solicitudes de registros públicos al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), comparan los últimos 18 meses de la administración Biden con los primeros seis meses del segundo mandato de Trump. En Texas:

  • El 52% de las detenciones de ICE provienen de cárceles locales, frente al 61% bajo Biden.
  • Las detenciones diarias en las regiones de Houston y Dallas aumentaron en 30 puntos porcentuales.
  • El 59% de los arrestados no tenían condenas penales, comparado con el 42% bajo Biden.
  • A nivel nacional, ICE promedia 727 detenciones diarias, más del doble de las 304 registradas previamente.

La administración Trump ha fijado una meta de al menos 3.000 detenciones diarias y destinó 170.000 millones de dólares para ampliar centros de detención y contratar hasta 10.000 nuevos agentes de ICE, duplicando su plantilla actual de 6.500. Los reclutas reciben bonificaciones de 50.000 dólares por firma.

Aunque el gobierno insiste en que prioriza a “delincuentes peligrosos” —afirmando que el 70% de los detenidos tienen condenas o cargos pendientes—, los datos muestran que la mayoría de los arrestos en Texas involucran a personas sin antecedentes graves. Expertos como César Cuauhtémoc García-Hernández, profesor de derecho migratorio en la Universidad Estatal de Ohio, señalan que “no hay suficientes migrantes con delitos graves para cumplir las cuotas de deportación”.

En contraste con estados demócratas como California, donde hay resistencia local, Texas ha facilitado la cooperación con ICE. Desde 2017, la Oficina del Sheriff del condado de Harris permite a agentes federales revisar el estatus migratorio de reclusos. La ley estatal prohíbe políticas de “ciudades santuario” y obliga a los sheriffs a firmar acuerdos formales con ICE.

La Operación Lone Star del gobernador Greg Abbott ha destinado más de 11.000 millones de dólares desde 2021 a vigilancia fronteriza, y este año se autorizó a la policía estatal a arrestar a inmigrantes por entrada ilegal. Entre enero y septiembre, se detuvieron a 3.131 personas bajo este programa.

Otros casos destacan el alcance de las redadas interiores. En septiembre, Marwan Marouf, un ingeniero eléctrico jordano-palestino residente en Dallas, fue interceptado por cinco vehículos de ICE camino al trabajo. Su solicitud de residencia fue denegada por donaciones realizadas años atrás a una organización benéfica cerrada por vínculos con Hamás, aunque nunca fue acusado penalmente. Permanece detenido en el centro Bluebonnet.

En agosto, Yony Pérez-Oduardo, cubano de 42 años en Austin, fue arrestado durante una cita rutinaria con ICE en San Antonio, frente a su esposa e hija. Aunque su familia obtuvo residencia legal, él fue deportado a México el mes pasado por agilizar el proceso.

Organizaciones como FIEL en Houston reportan un aumento exponencial en solicitudes de ayuda: de una o dos al mes bajo Biden a 15-20 diarias actualmente. “La estrategia es simple: deportar a tantas personas como sea posible y lo más rápido posible”, resumió el abogado de inmigración Paul Pirela.

Analistas advierten que la agresividad de estas políticas no muestra signos de desaceleración. “El objetivo es pisar el acelerador a fondo”, afirmó Aaron Reichlin-Melnick, del American Immigration Council, anticipando un aumento sostenido en detenciones y deportaciones durante los próximos años.

Imágen cortesía: El País

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