La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una demanda contra la ciudad de Los Ángeles por sus políticas migratorias de “ciudad santuario”, alegando que interfieren con la aplicación de las leyes federales de inmigración.
La demanda, radicada en el Distrito Central de California, señala como acusados a la alcaldesa Karen Bass, al concejo municipal y a su presidente, Marqueece Harris-Dawson. Según el documento, la ciudad habría fortalecido sus políticas de santuario tras la elección de Trump, en respuesta a su campaña que prometía deportaciones masivas.
El litigio cuestiona la ordenanza ‘Prohibition of the Use of City Resources for Federal Immigration Enforcement’, firmada por Bass en diciembre de 2024, la cual restringe el uso de recursos municipales para colaborar con agencias federales de inmigración como ICE y CBP.
“Al ayudar a los extranjeros sujetos a deportación a evadir la ley, la ordenanza ilegal de la ciudad ha contribuido a un entorno anárquico e inseguro que esta demanda busca erradicar”, declaró Bill Essayli, fiscal federal para el distrito.
El gobierno federal acusa a Los Ángeles no solo de obstaculizar operativos migratorios, sino también de fomentar disturbios y resistencia contra agentes federales, en medio de una serie de operativos migratorios en California y tras protestas masivas contra la presencia de ICE en la ciudad.
Esta controversia se suma a la reciente decisión de Trump de enviar 4 mil elementos de la Guardia Nacional a la zona, sin autorización del gobernador estatal, en un movimiento que no se veía desde hace seis décadas.
Los Ángeles, oficialmente ciudad santuario desde hace meses, mantiene además desde hace medio siglo una política que prohíbe a su policía contactar a personas únicamente para conocer su estatus migratorio.