El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, provocó una fuerte controversia este lunes al referirse públicamente al homicidio del director de cine Rob Reiner y su esposa, Michele Reiner, ocurrido en su domicilio de Los Ángeles. En un mensaje difundido en su red Truth Social, el mandatario lamentó el hecho, pero lanzó duras críticas contra el cineasta, a quien acusó de mantener una “obsesión enfermiza” en su contra.
Trump describió a Reiner como una figura “atormentada y en crisis” y vinculó el crimen a lo que llamó un supuesto “Síndrome de Trastorno por Trump”, al que atribuyó la ira que, según él, habría generado el realizador por sus constantes críticas a su administración. El presidente aseguró que la “furiosa obsesión” del director habría llevado a “la locura” a su entorno, declaraciones que generaron reacciones encontradas en círculos políticos y del espectáculo.
Días antes de su muerte, Reiner había cuestionado en entrevistas recientes los intentos del Gobierno de influir en la industria del entretenimiento y los medios de comunicación, comparando el clima político actual con el macartismo, al que consideró menos grave frente a la situación que, a su juicio, atraviesa Estados Unidos.
Las autoridades de Los Ángeles informaron que Rob Reiner y su esposa, productora y fotógrafa, fueron hallados sin vida el domingo en su vivienda. De acuerdo con versiones preliminares difundidas por medios especializados, ambos habrían muerto degollados y el principal sospechoso sería un familiar cercano. Publicaciones como People y TMZ señalan que uno de los hijos de la pareja estaría bajo investigación, aunque hasta el momento no hay confirmación oficial ni cargos anunciados.
La investigación continúa abierta, mientras el caso sacude a Hollywood y reaviva el debate sobre el tono del discurso político en medio de una tragedia que aún no ha sido esclarecida.
