En una escalada de tensiones entre Estados Unidos y Rusia, el presidente Donald Trump ordenó este viernes 1 de agosto el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a lo que calificó como “declaraciones provocadoras” del exmandatario ruso Dmitri Medvédev.
“Ante las provocadoras declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev […] he ordenado el despliegue de dos submarinos nucleares en las regiones correspondientes, por si acaso estas declaraciones insensatas e incendiarias fueran más allá”, escribió Trump en la red Truth Social. El anuncio encendió las alarmas en la comunidad internacional, que teme un nuevo punto crítico en la relación entre ambas potencias nucleares.
La respuesta de Trump se dio después de que Medvédev —actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia— lanzara una advertencia sobre el riesgo de un conflicto directo entre Moscú y Washington, tras los recientes ultimátums de la Casa Blanca para frenar la guerra en Ucrania. “Cada nuevo ultimátum es un paso hacia la guerra”, advirtió el exmandatario ruso a través de su cuenta oficial en la red X.
Trump redujo esta semana a 10 días el plazo para que Rusia acceda a un cese de hostilidades en Ucrania, en un intento por forzar un acuerdo. En un segundo mensaje este viernes, el presidente estadounidense reveló cifras alarmantes: más de 112 mil soldados rusos habrían muerto en lo que va del año, con 20 mil decesos solo en julio. También reconoció que Ucrania ha sufrido pérdidas significativas, con al menos 8 mil bajas reportadas desde enero.
“Esta es una guerra que nunca debería haber ocurrido”, señaló Trump, quien volvió a culpar a su predecesor, Joe Biden, por la escalada del conflicto. “¡Solo estoy aquí para ver si puedo detenerla!”, concluyó.
El despliegue de submarinos con capacidad nuclear representa una de las respuestas militares más agresivas de la actual administración y pone en tensión no solo la relación bilateral, sino la estabilidad estratégica global. Expertos en seguridad advierten que cualquier malentendido podría detonar una confrontación directa con consecuencias imprevisibles.
