El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en torno al tráfico de fentanilo, señalando directamente a México, Canadá y China como los principales responsables del ingreso de esta droga al país. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el mandatario advirtió con tono tajante: “Es mejor que pare, ¡YA!”
Trump denunció que el opioide sintético sigue entrando al territorio estadounidense “a niveles muy altos e inaceptables”, y acusó que cientos de miles de ciudadanos han muerto como consecuencia de esta crisis. Aseguró que gran parte del fentanilo es fabricado o facilitado por China, pero subrayó que fluye hacia EE.UU. a través de las fronteras mexicanas y canadienses.
La declaración se da en el contexto de una serie de tensiones comerciales y diplomáticas. En febrero, Trump anunció la imposición de aranceles del 25% sobre productos de México y Canadá, argumentando que ambos países “no hacen lo suficiente” para detener el tráfico de drogas. Aunque la medida debía entrar en vigor el 4 de marzo, el presidente decidió postergarla un mes, reconociendo ciertos avances.
Más recientemente, el 2 de abril, anunció una segunda prórroga del castigo arancelario, destacando los esfuerzos de cooperación en materia de seguridad y combate al narcotráfico por parte de ambos gobiernos. No obstante, la amenaza comercial sigue latente.
Trump también reiteró su disposición a colaborar directamente para enfrentar a los cárteles, a quienes acusa de tener control sobre partes del territorio mexicano. A pesar de ello, el mandatario aseguró mantener una relación “muy positiva” con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
La administración estadounidense sostiene su estrategia de presión mientras la crisis del fentanilo continúa cobrando vidas. La tensión entre diplomacia, comercio y seguridad sigue marcando la agenda trilateral en América del Norte.