El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que instruye a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, a establecer unidades especializadas dentro de la Guardia Nacional, entrenadas y equipadas específicamente para enfrentar problemas de orden público.
La medida busca que cada estado cuente con personal preparado para apoyar a las fuerzas federales, estatales y locales en la contención de disturbios y en la protección de la seguridad ciudadana. Además, contempla la creación de una fuerza de reacción rápida permanente, lista para desplegarse en cualquier parte del país.
Aunque la Guardia Nacional ya cumple funciones de apoyo a la seguridad pública bajo el mando de los gobernadores estatales, el decreto plantea dudas sobre cómo operarán estas nuevas unidades, particularmente en casos donde los mandatarios locales no soliciten su intervención.
La iniciativa marca la señal más clara hasta ahora de la intención de Trump de ampliar el papel de las fuerzas armadas en tareas de aplicación de la ley dentro del territorio estadounidense, lo que genera debate sobre los alcances y límites de esta decisión.
