En una controvertida publicación realizada este jueves por la noche en su red Truth Social, el expresidente Donald Trump planteó cambiar el nombre del Día de los Veteranos, que se celebra cada 11 de noviembre, por “Día de la Victoria de la Primera Guerra Mundial”. El objetivo, dijo, sería “reanudar la celebración de nuestras victorias” como país.
Trump también expresó su deseo de conmemorar el 8 de mayo como el “Día de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial”, pese a que esta fecha no es reconocida como un feriado federal. “Ganamos ambas guerras; nadie se nos acercaba en fuerza, valentía o brillantez militar, pero nunca celebramos nada”, escribió. “¡Eso es porque ya no tenemos líderes que sepan cómo hacerlo!”
Sus declaraciones reavivan un debate histórico y simbólico sobre cómo Estados Unidos conmemora sus conflictos bélicos. Actualmente, el Día de los Veteranos está dedicado a honrar a todos los veteranos de guerra estadounidenses, no a celebrar victorias militares. Su origen se remonta a 1938 como el Día del Armisticio, centrado en la paz y el recuerdo del fin de la Primera Guerra Mundial. Recién en 1954, tras las guerras de Corea y la Segunda Guerra Mundial, se adoptó su nombre actual.
Por otro lado, Trump no aclaró si su propuesta busca que el 8 de mayo —fecha en que se firmó la rendición alemana en 1945— se convierta en un feriado oficial. Cabe señalar que aunque ese día marcó el fin de la guerra en Europa, los combates continuaron en el Pacífico hasta septiembre, cuando Japón se rindió formalmente.
En la actualidad, el reconocimiento a quienes murieron en combate se realiza el Día de los Caídos, celebrado el último lunes de mayo, mientras que el Día de los Veteranos honra a todos los exmilitares vivos o fallecidos.
Cambiar el nombre o establecer nuevos feriados federales requeriría aprobación del Congreso, y los estados no están obligados a adherirse a tales disposiciones, según el Servicio de Investigación del Congreso.
